lunes, 16 de julio de 2018

Declaración de Madrid-2018 para el avance de la regulación del tabaco en España. LO QUE QUEDA POR HACER


Pese a los avances producidos, el consumo de tabaco sigue siendo un problema en España, que exige se tomen las medidas adecuadas. El consumo de tabaco es responsable cada año en España de la muerte de más de 50.000 personas, que en su mayor parte empezaron a fumar mucho antes de alcanzar la mayoría de edad. Como primera causa de muerte prevenible en nuestro país, representa un obstáculo al derecho a la salud y a la vida de los españoles, derecho reconocido en numerosos tratados de derechos humanos ratificados por el Gobierno español, entre otros la Convención sobre los Derechos del Niño, la Convención de la eliminación de todas las formas de Discriminación Contra la Mujer y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que en su artículo 12 establece que los países deben respetar y proteger el “derecho de todas las personas a gozar del máximo nivel alcanzable de salud física y mental”.
Así comienza la “Declaración de Madrid-2018 para el avance de la regulación del tabaco en España”, redactada al término de la Conferencia Internacional sobre Control del Tabaco que tuvo lugar el pasado 14 de junio en Madrid y ratificada luego, a instancias del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), por los consejos generales de todas las profesiones sanitarias (médicos, enfermeros, dentistas, farmacéuticos y psicólogos), además de por 60 de sociedades científicas y varias asociaciones de pacientes. En la elaboración de la importante Declaración de Madrid-2018 ha participado de forma muy activa el Grupo Abordaje al Tabaquismo GAT de semFYC y el grupo de educación sanitaria y promoción de la salud del PAPPS, y ha sido firmada y apoyada por semFYC.

Como ya comentamos en el blog en la entrada “Encuesta Nacional de Salud 2017. Seguimos suspendiendo en estilos de vida”, vamos a necesitar 55 años para acabar con la epidemia del consumo de tabaco en nuestro país si seguimos al ritmo de reducción del consumo de los últimos 5 años del 0,4% anual. LO QUE QUEDA POR HACER, si no queremos seguir igual:
  • Equiparar al alza la fiscalidad de todos los productos de tabaco o que contengan nicotina, haciéndola similar a la de los países más desarrollados de nuestro entorno.
  • Exigir el cumplimiento de la legislación vigente sobre el consumo en los lugares públicos cerrados o cuasi-cerrados (como terrazas, patios o áreas de tránsito en centros comerciales) y aplicarla a todos los productos relacionados (productos de tabaco sin combustión y productos a base de hierbas para fumar).
  • Prohibir fumar en cualquier tipo de vehículo para evitar la exposición al humo de los pasajeros y como medida de seguridad vial y medio-ambiental.
  • Mejorar y extender la protección frente al humo ambiental sobre la base de: 1) eliminar ambigüedades (definición y delimitación de espacio al aire libre, excepciones en espacios cerrados, etc.); 2) ampliar los entornos sin humo en lugares al aire libre (instalaciones deportivas y de espectáculos, paradas y andenes de medios de transporte, playas y otros espacios naturales, piscinas comunales); y 3) implicar a los cuerpos de seguridad -locales, autonómicos y estatales- en el cumplimiento de lo legislado al respecto.
  • Promover los hogares libres de humo y concienciar a la población al respecto, pues en la actualidad es el principal lugar de exposición al humo ambiental de tabaco.
  • Introducir el empaquetado neutro, al igual que lo han hecho diversos países de nuestro entorno, con el fin de disminuir el atractivo del producto a los menores de edad y aumentar su percepción de riesgo.
  • Facilitar el acceso a profesionales sanitarios entrenados en el tratamiento del tabaquismo, y financiar aquellas intervenciones clínicas, conductuales y farmacológicas, que hayan mostrado efectividad y seguridad.
  • La regulación sobre publicidad, promoción y patrocinio de los productos del tabaco debe extenderse también a los productos relacionados, incluyendo los dispositivos utilizados para su consumo, como pipas, pipas de agua, tabaco sin combustión (IQOS), etc. Asimismo, es necesario eliminar la publicidad del tabaco y productos relacionados en los puntos de venta.
 LO QUE QUEDA POR HACER, depende del esfuerzo de todos.
Paco Camarelles

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