miércoles, 27 de abril de 2022

¿Cómo fomentar el autocuidado en pacientes?

 

En las Jornadas de prevención y promoción de la salud del PAPPS de semFYC, celebradas en Barcelona los días 18 y 19 de marzo de 2022, tuvo lugar el seminario ¿Cómo fomentar el autocuidado en pacientes? , impartido por Elena Muñoz Seco y María del Campo Giménez, del GdT de Educación Sanitaria y Promoción de la Salud. Ver Presentación.

Como médicas y enfermeras de familia y comunitaria (MFyC, EFyC), nuestro papel es clave para fomentar el autocuidado en los pacientes, pues los acompañamos a lo largo de toda su vida. Tenemos un enfoque centrado en el paciente, orientado a las personas, sus familias y comunidad. Todo ello nos va a permitir empoderar a las personas que atendemos a través de la alfabetización en salud, el autocuidado y la toma de decisiones compartidas, respecto a temas relacionados con su salud.

El taller empezó conociendo qué es el autocuidado (Ver Conceptualización del Autocuidado para una mejor salud), y cuál es la diferencia si hablamos de automanejo. Las decisiones y acciones individuales que toma una persona para mejorar su salud, prevenir la enfermedad, evaluar los síntomas y restaurar la pérdida de salud es lo que definimos como autocuidado. Y, por otro lado, el automanejo es entendido como los conocimientos y habilidades para el manejo de pequeñas dolencias en pacientes con patologías crónicas, previamente entrenados por profesionales sanitarios.


¿Qué actividades están implicadas en el autocuidado?

Las respuestas de los asistentes del taller fueron: alimentación, actividad física, consumo de tóxicos, descanso, sexo, salud emocional, aficiones, autonomía de la persona, el dinero, la situación social. Sabemos que la capacidad de autocuidado tiene mucho que ver con el nivel socioeconómico, y particularmente con el nivel educativo de las personas.  Igual que con cualquier otro condicionante de salud, el autocuidado es menor en situaciones de pobreza, desempleo, bajo apoyo social, escolarización incompleta, disfunción familiar, y otras. De hecho, las habilidades del autocuidado se adquieren a lo largo de toda la vida; en el seno de la familia, en el colegio, en el trabajo, grupo social o de amistades, etc. También los medios de comunicación, las administraciones y las políticas sociales y sanitarias tienen una gran influencia en el autocuidado de las personas.  Por eso sabemos que los mayores condicionantes del autocuidado de las personas son sociales, y los sanitarios podemos detectar esa necesidad y ayudar a las personas a mejorar su autocuidado. 

Conociendo todo lo anterior, ¿Cómo podemos activar a los pacientes en el autocuidado?

La activación del paciente es aquella situación en la que el paciente ha adquirido los conocimientos y habilidades, la confianza y motivación para manejar su salud y saber cuidarse, realizando un cambio de comportamiento en salud. Como profesionales sanitarios debemos conocer que existen principalmente, cinco estrategias que han demostrado ser más exitosas para que las personas se activen en el autocuidado y cambien aspectos de su estilo de vida para mejorar su salud:

  •   Enfatizar la responsabilidad del paciente: la persona decide qué quiere hacer para cuidarse y el profesional le ayuda.
  •    Colaborar con los pacientes: para establecer objetivos, escoger estrategias y resolver problemas u obstáculos.
  •    Identificar pequeños pasos hacia el cambio: concretar pequeños pasos hacia el objetivo final, concretos, detallados, factibles para el paciente.  
  •     Ofrecer seguimiento y apoyo..
  •     Mostrar interés: decir con palabras que la persona y su salud preocupan al profesional.

En el contexto de la activación del paciente, hemos de tener en cuenta algunos errores a evitar como son la distancia, el centrarse en objetivos clínicos y no en los del paciente, reñir o amenazar, abrumar con muchas instrucciones, establecer objetivos genéricos, decirle al paciente lo que tiene que hacer y cómo, o no mostrar interés. Ver Como "activar" al paciente en su autocuidado desde la consulta.

Los y las MFyC y EFyC que apostamos por la longitudinalidad podemos llevar a cabo lo comentado anteriormente, así como la toma de decisiones compartidas para optimizar el estado de salud de las personas. Esta conversación entre profesionales sanitarios y pacientes que piensan, hablan y sienten juntas cómo resolver una situación permite alcanzar una solución que tenga sentido intelectual, emocional y práctico. Ver ¡PracticaSHARE! El arte de compartir decisiones en el encuentro clínico

Como herramienta para decidir objetivos para un cambio de conducta está la técnica M.A.R.T.E. ya comentada en el blog del GdT: ¿Qué es el método M.A.R.T.E.?: Medibles, Alcanzables, Realistas, en un Tiempo y Específicos.

El taller terminó con la práctica simulada de casos clínicos alternando la perspectiva del paciente y la del profesional, para poder incorporar en nuestras consultas los conocimientos teóricos del taller.  ¡Damos las gracias a los asistentes por su participación activa y sus numerosas aportaciones, que hicieron que el taller se nos hiciera corto a todas! 

Os adjuntamos PDF con un resumen de lo mas importante del taller

Elena Muñoz Seco y María del Campo Giménez. GdT de Educación Sanitaria y Promoción de la Salud




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