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lunes, 8 de octubre de 2012

¿Hay que regular las bebidas azucaradas? (1)


El Sr. y la Sra. Landon han pedido cita para su hija  Meredith con su médico para una revisión rutinaria. Meredith tiene 12 años, no tiene antecedentes de enfermedades médicas, y está correctamente vacunada para su edad. A Meredith le gusta leer libros, ver la televisión y jugar con el ordenador; no practica ningún tipo de deporte organizado y no se involucra en la actividad física regular que no sea su clase de gimnasia de la escuela, que tiene una duración de 30 minutos dos veces a la semana. Vive en un edificio de apartamentos con ascensor, y va a la escuela en autobús cada mañana. Meredith almuerza en la cafetería del colegio y suele comprarse una bebida azucarada con sabor  a frutas para beber.  A menudo, después de la escuela, va a la tienda de conveniencia con sus amigos y compra un refresco carbonatado y una merienda. Meredith mide 150 cm y pesa 50 kg, lo que la sitúa en el percentil 87 de índice de masa corporal para las chicas de su edad. Su médico les dice al Sr. y la Sra. Landon que su hija sufre de sobrepeso y que corre el riesgo de obesidad y de desarrollo de complicaciones médicas.

¿Cuál seria la mejor opción en este caso? ¿Regular o no regular las bebidas azucaradas? Esta es la cuestión que nos plantea el New England of Medicine. Dos expertos se definen por cada una de las dos opciones.Se puede votar por la que estemos mas de acuerdo.
 
 

Los partidarios de regular la venta argumentan que Meredith no es enteramente libre de  decidir si consume o no bebidas azucaradas. Su consumo se produce en un entorno en el que la publicidad,  el precio, la accesibilidad, las muy estudiadas técnicas de marketing influyen de una manera determinante. La contribución de las bebidas azucaradas en la epidemia de obesidad justifica que se tomen medidas de salud pública de regulación y control, al igual que se hace con otros alimentos, que complementen y refuercen las campañas de educación sanitaria. Otras medidas pueden ser aumentar el precio, restricciones de venta en el colegio, regular su tamaño y otras.
Los partidarios de no regular la venta argumentan que las prohibiciones no son efectivas (la famosa Ley Seca), que el consumo se podría trasladar a otros productos igualmente con muchas calorías, que la regulación puede provocar resistencias, que la propia industria se podría autorregular, y que se podrán adoptar enfoques de educación sanitaria que implicaran a padres, escuelas y profesionales sanitarios
 
Y tu ¿Que opinas?

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