La preocupación por la
obesidad infantil y por las enfermedades crónicas hace que los profesionales
sanitarios estemos dispuestos a abordar el tema de la alimentación en nuestras
consultas. La falta de tiempo y de conocimiento sobre el tema se citan como obstáculos
para hacer un abordaje adecuado. A este respecto, me ha llamado la atención un
artículo recientemente publicado en la revista American Journal Of Lifestyle Medicine
en el que han revisado la evidencia científica con el objeto de seleccionar un mensaje simple para
compartir con los pacientes (enfoque en niños y adolescentes) sobre alimentación.
Después de revisar la literatura se han seleccionado los tres mensajes más
importantes que deberíamos transmitir:
·
Aumentar el consumo de frutas y verduras, ya
que disponemos de estudios de que este aumento puede invertir la tendencia al
alza en las enfermedades relacionadas con una alimentación inadecuada.
·
Comer en familia, ya que las comidas
familiares compartidas conducen a mejores opciones de alimentos y a reducir las
calorías. Ver entrada sobre enseñar a comer en familia.
·
Incluir una fruta o verdura en cada comida y
merienda. Es fácil de entender y los beneficios para la salud pueden ser
importantes.
El cómo hablamos y aconsejamos a nuestros pacientes sobre alimentación
fue motivo de otro estudio publicado hace un año en el Br J Gen Pract. Tras grabar y analizar 23 vídeos
sobre como aconsejaban médicos de familia y enfermeras sobre alimentación,
encontraron que había una falta de claridad y coherencia cuando los clínicos hablaban
sobre una alimentación saludable si se comparaba con cómo se hacía cuando se hablaba
sobre tabaco. A los cambios a realizar les faltaba especificidad, cómo se podían llevar
a cabo y, además, faltaba una monitorización de lo logrado. Los autores
concluyen que esta falta de sugerencias claras del cambio a realizar, puede contribuir
a una aceptación y a una eficacia limitada del consejo sobre alimentación en atención
primaria
¿30 segundos para cambiar de hábitos alimentarios? Creo que no es tiempo suficiente. En la consulta de un médico de familia, disponiendo de 8 ó 10 minutos para cada paciente, formar y motivar para el cambio, intervenir en un aspecto tan complejo de las personas como es el hábito alimentario…. lo veo bien difícil. La conducta alimentaria es tan o más compleja que muchas otras facetas de nuestra personalidad
ResponderEliminarMerecería la pena dedicar más esfuerzo en intervenir en los hábitos o conductas que más patologías causan (alimentación inadecuada y actividad física insuficiente), dado el buen retorno en términos de inversión que puede suponer para el sistema de salud.
Los dietistas-nutricionistas, aunque desde fuera del sistema de asistencia primaria, disponemos de bastante más tiempo y herramientas para poder actuar sobre esto. Y aún así resulta muy complejo obtener buenos y perdurables resultados. En vuestro caso, médicos de familia, aún es más complicado dado la falta medios.
Un trabajo conjunto y coordinado sería la solución. Sin duda alguna.
Saludos!
Àlex Pérez // Dietista-Nutricionista
Gracias por tu comentario Alex
ResponderEliminarDe acuerdo con que se necesita mas tiempo y mas conocimiento para dar un consejo y/o intervenir sobre alimentación desde las conusltas de Atención Primaria. Independientemente de esto hay una oportunidad de intervenir que no hay que desaprovechar.
Trabajo conjunto y coordinado puede ayudar a enfocar y tratar estos temas
saludos