El enorme desarrollo de las
tecnologías amplía el campo de posibilidades más allá de la relación individual
presencial. Es importante conocer qué funciona, y cuáles son las intervenciones efectivas para
poder utilizarlas o recomendarlas a nuestros pacientes o a nuestras agencias o
instituciones para que las desarrollen. En el caso de la tecnología móvil, una
revisión sistemática publicada en la revista Plos destaca que las
intervenciones a través de mensajes de texto aumentan la adherencia al tratamiento
antirretroviral y reducen la carga viral en pacientes VIH y pueden duplicar las
posibilidades de abandono del tabaco.
Una revisión Cochrane
analiza la efectividad de las ayudas a través del teléfono móvil para dejar de
fumar. Los autores incluyen 5 ensayos
clínicos con resultados de abstinencia de al menos 6 meses. Tres de ellos
estudian la eficacia de una intervención a través de mensajes de texto,
desarrollada inicialmente en Nueva Zelanda y posteriormente en Gran Bretaña. La
intervención consiste en un programa automatizado y personalizado de mensajes
de texto; el número de sms es diferente en las diferentes etapas, menor antes
de la fecha de abandono, se intensifica durante el primer mes tras el cese y se
espacia nuevamente en la fase de mantenimiento. Los mensajes enviados son de
tipo motivacional, conductual u ofrecen consejos prácticos. Algunos ejemplos
son: “¿Por qué no escribes una lista de razones por las que quieres dejar de
fumar?” “Es la fecha señalada: tira todos tus pitillos. Puedes conseguirlo”.
“Las ganas de fumar duran menos de 5 minutos. Para ayudar a distraerte, prueba
a beber algo lentamente mientras se te pasan”.
Además, se desarrollan algoritmos en función de si se consigue o no el
abandono, de si se recae o se comete un desliz. Ofrece también la posibilidad
de un “Quit Buddy”, es decir un compañero de viaje al que mandar mensajes
directamente para reforzar el apoyo “extratratamiento”. Permite obtener
mensajes extras de apoyo que se pueden solicitar en caso de intensas ganas de
fumar o de caídas o deslices. También anima al uso de “quitline” y de
tratamiento sustitutivo con nicotina.
Los resultados combinados de los 5 estudios nos muestran un aumento de
un 70% de posibilidades más de abandono con estos programas.
El servicio Smokefree del National Health Service (NHS) británico ofrece en su página, además de la línea
de ayuda telefónica y de la localización de las consultas más cercanas para
dejar de fumar, una línea de ayuda a través del móvil, basada en el programa
desarrollado en el ensayo clínico Txt2stop trial, de casi 6000 pacientes,
incluido en la revisión citada. El Instituto Nacional del Cáncer americano o la
Quitline neozelandesa han desarrollado programas similares.
En cuanto a las aplicaciones
para teléfonos inteligentes, la revisión no encuentra ensayos clínicos. Un
estudio de 2011 que analiza 47 aplicaciones para iphone no encuentra ninguna
que esté basada en pruebas, unas son simples calculadoras del dinero ahorrado o
del número de cigarrillos que se dejan de fumar, otras son calendarios o están
orientadas a la hipnosis. Si ahora hacemos una búsqueda en itunes o en Google
play y buscamos aplicaciones para dejar de fumar, encontramos más de mil. El
Smokefree que citaba antes ofrece una aplicación para Smartphone, basada en el
mismo programa. Aquí, la Asociación Española contra el Cáncer ofrece Respirapp, una aplicación que ofrece ayuda
según las distintas fases y según las características de fumador que uno ha
introducido previamente. Quit Good Nico es un videojuego para dejar de fumar
desarrollado con el asesoramiento de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar
y Comunitaria (Camfic).
Las intervenciones a través
del móvil no pueden suplir la relación individual que se establece en una
consulta. Pero pueden ser una alternativa efectiva cuando existen barreras de
accesibilidad, bien físicas, o temporales, por ejemplo para aquellas personas
que no acuden a las consultas habitualmente, o incluso psicológicas, en
personas que prefieren el anonimato que les proporciona la comunicación a
través de mensajes de texto. Le permite al fumador una mayor flexibilidad,
atendiendo el teléfono en el momento deseado. Es fácil de usar y se puede
complementar con los tratamientos habituales. El inconveniente es que no
disponemos en España de ninguna línea de mensajes de texto que podamos
aconsejar. La proliferación de aplicaciones y en general, de información a
través de los diferentes dispositivos (móviles, internet, etc) es tal que puede
ser difícil tanto para los pacientes como incluso para los clínicos distinguir
cuáles pueden ser útiles y estar basadas en la evidencia. El móvil no es más
que una herramienta para proporcionar una intervención. Como hemos visto, los
programas que han demostrado su utilidad están basados en componentes
motivacionales, conductuales, consejos prácticos, o de prevención de recaídas,
es decir, similares a los que se emplean en las consultas presenciales para
ayudar a dejar de fumar. Pero no es eficaz cualquier aplicación o cualquier
dispositivo. Nuestra labor puede estar en ayudar a nuestros pacientes que
quieren usar las nuevas tecnologías a saber elegir, como ya lo hacemos en otros
aspectos de la atención sanitaria.
Cesar Minué
Médico de Familia
Grupo abordaje al tabaquismo de semFYC y SOMAMFYC
Las personas quieren consejos y hechos para dejar de fumar,es bueno saber de todo es por eso que hay que investigar.
ResponderEliminarme parece muy bueno tu post, espero sigas posteando mas a menudo.
Te envió saludos