Prescribir Actividad Física
y/o ejercicio físico en la consulta para las enfermedades crónicas requiere
saber qué ejercicio es el más adecuado, la duración, la frecuencia, y la intensidad
que vamos a prescribir. Recientemente he descubierto los folletos publicados
por Servicio Nacional de la Salud de Escocia que me parecen de gran interés. Se
trata de folletos adaptados a distintas situaciones o enfermedades de los
pacientes como cáncer, enfermedad de Alzheimer, EPOC, artritis reumatoide y
otras condiciones.
Cada folleto, dirigido a un
paciente con una condición clínica específica, explica cómo empezar y
finalizar, que tipo de ejercicio es recomendable y porque, y que características
debe tener (tipo, tiempo, intensidad, frecuencia), sin olvidar las condiciones de
seguridad. La pena es que no los tengamos disponibles en castellano para explicárselos
y dárselos a nuestros pacientes.
Estos folletos perfectamente
nos podrían servir para “recetar” desde nuestras consultas ejercicio físico como
una medicina. Una propuesta que se hace desde distintas organizaciones como
Exercice Works y que se ha puesto de plena actualidad esta semana pasada al
publicarse un interesante estudio
en el BMJ. El artículo “Comparative +effectiveness of exercise and drug interventions on mortality outcomes:metaepidemiological study”, tiene como objetivo averiguar la efectividad
comparada del ejercicio físico frente a los fármacos en la reducción de la
mortalidad.
Las conclusiones del estudio,
limitado por el número de ensayos analizados, sugieren que el ejercicio y los
fármacos son, a menudo, potencialmente similares en términos de sus beneficios
en la prevención secundaria de la
mortalidad por cardiopatía coronaria, en la rehabilitación después del
accidente cerebrovascular, en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca y en
la prevención de la diabetes.
El artículo ha sido comentado en distintos medios de comunicación en todo El Mundo. Mientras que solo pocos adultos alcanzan la actividad física recomendable, el número de prescripciones de fármacos va en aumento. ¿Por qué no añadir una receta de ejercicio físico al prescribir un fármaco?
El artículo ha sido comentado en distintos medios de comunicación en todo El Mundo. Mientras que solo pocos adultos alcanzan la actividad física recomendable, el número de prescripciones de fármacos va en aumento. ¿Por qué no añadir una receta de ejercicio físico al prescribir un fármaco?
Muchas gracias por esta información y por el enlace a las fichas del servicio de salud escocés, son muy útiles! Como bien indicas, prescribir ejercicio físico es fundamental para prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida de los enfermos crónicos, pero también es importante saber qué ejercicio prescribir. Sería muy útil, tanto para médicos como para pacientes, contar con esa información en castellano, ya que muchos enfermos no consiguen beneficiarse del todo del ejercicio físico o incluso pueden empeorar su situación por falta de información sobre cómo realizar las actividades.
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