Uno puedo elegir los amigos
que quiera, pero a los políticos, y más aun a una ministra de sanidad, se le
debe pedir mucho cuidado a la hora de elegir sus "amistades" y con quien se
relaciona. Este es el mensaje que nos transmiten desde el British Medical
Journal BMJ que acaba de publicar una
exhaustiva investigación sobre los políticos británicos y la industria del
alcohol titulada Under the influence.
La historia que relata el BMJ
nos dice que el gobierno británico tenía proyectada la introducción de un
precio unitario mínimo para el alcohol en Inglaterra y Gales. Subir el precio
del alcohol es una política de salud pública eficaz para prevenir el consumo de riesgo de
alcohol, y el gobierno británico estaba decidido a implementarla, incluso se había
calculado en 900 las muertes anuales que se evitarían en una década con el
aumento del precio del alcohol. Pues bien, el BMJ afirma que las pretensiones del gobierno británico
se han revelado como una farsa, y los
políticos ignoraron la fuerte evidencia de las medidas de prevención y control
del consumo de riesgo de alcohol para proteger los intereses de la industria. Finalmente
esta medida se ha desestimado y el BMJ analiza, a lo largo de cuatro artículos,
que factores han podido influir en esta marcha atrás:
·
La influencia de la industria del alcohol
sobre las políticas del gobierno.
·
Como la industria del alcohol ha buscado la
respetabilidad científica para avalar sus
argumentos.
·
Cuál ha sido el papel de los grupos parlamentarios en el proceso de discusión del precio unitario.
·
Como han influido las perspectivas electorales en el proyecto, que han triunfado sobre las razones de Salud Publica.
En nuestro país los datos de la última Encuesta Escolar sobre Drogas (2012-2013) revelan un ligero retraso en la edad de inicio del consumo de alcohol, que se eleva a los 13,9 años (frente a los 13,7 de la encuesta anterior). Sin embargo, el estudio constata un aumento del consumo de alcohol entre los menores para todas las frecuencias estudiadas. Solo un dato: el consumo en forma de atracón está cada vez más extendido: el 40% de los menores que bebe, se atraca de alcohol. Para hacer frente a este problema nuestras autoridades sanitarias han lanzado una campaña de salud contra el consumo de alcohol en menores con el lema: 'Menores: ni una gota. Más de 100 razones para que un menor no beba alcohol'. Todo muy necesario y bien enfocado, pero hay un detalle que nos puede hacer reflexionar mucho. La campaña está financiada por la Federación Española de Bebidas Espirituosas. Es lógico pensar que el hecho de que la industria del alcohol financie campañas de salud a un gobierno puede condicionar las futuras medidas que se puedan tomar en Salud Pública y que afecten a sus intereses. Con todo mi respeto la ministra Ana Mato tendría que haber elegido otras amistades menos peligrosas para la Salud Pública.
Util y lúcido. Lo compartiré. Gracias!
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