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lunes, 16 de mayo de 2022

Día Mundial Sin Tabaco 2022. «El tabaco, una amenaza para nuestro medio ambiente».

 

El Día Mundial Sin Tabaco DMST de 2022 de la OMS del 31 de mayo, gira este año en torno al tema: «El tabaco, una amenaza para nuestro medio ambiente».  La campaña tiene por objetivo sensibilizar al público sobre el impacto ambiental que tiene el tabaco, desde su cultivo y producción hasta su distribución, sin olvidar los residuos que genera. Esta campaña dará a los consumidores de tabaco un motivo más para dejarlo. Proteger el medio ambiente, una razón más para dejar de fumar que se dará en el DMST 2022.

La industria del tabaco, cuyas emisiones de gases de efecto invernadero equivalen a 84 millones de toneladas anuales de dióxido de carbono, contribuye al cambio climático y reduce la resiliencia ante este cambio, además de desperdiciar recursos y dañar los ecosistemas. Cada año se destruyen unos 3,5 millones de hectáreas de tierras para cultivar tabaco en ellas. Este cultivo favorece la deforestación, especialmente en el mundo en desarrollo. La eliminación de espacios forestales para implantar plantaciones de tabaco deteriora los suelos y merma el rendimiento, esto es, la capacidad de las tierras para sostener el crecimiento de cualquier otro cultivo o planta.


En el DMST 2022, la OMS ha recopilado las respuestas a preguntas frecuentes sobre la relación entre tabaco y medio ambiente : cómo el tabaco destruye los bosques, daña el suelo, gasta agua necesaria para otros cultivos, contamina el aire, y crea basura innecesaria que contamina el medioambiente. Frente a todo ello es justo que el que contamina pague (con más impuestos ambientales a la industria), ya que en cumplimiento del artículo 18 del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, las Partes signatarias se comprometen a «prestar debida atención a la protección ambiental y a la salud de las personas en relación con el medio ambiente por lo que respecta al cultivo de tabaco y a la fabricación de productos de tabaco, en sus respectivos territorios». En nuestro país, aunque se cultiva poco tabaco, es necesario ofrecer incentivos públicos a los agricultores para que sustituyan el tabaco por cultivos con los que puedan tener ingresos de forma más sostenible. Y que cese la interferencia de la industria del tabaco en nuestro país, y a nivel internacional donde intentan dar una imagen ecologista (BMJ).

El consumo de tabaco no es solo un peligro para salud, es también un problema medioambiental.

Paco Camarelles


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