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miércoles, 13 de octubre de 2021

Presente y futuro de la fragilidad

 

El  día  1 de Octubre se celebró el” Día Mundial de las personas mayores”. Coincidiendo con ello, desde el Ministerio de Sanidad, se ha impulsado la publicación de un monográfico de Fragilidad, que tiene por título Promoción del envejecimiento saludable a través del abordaje de la fragilidad”, en colaboración con la Revista Española de Salud Pública.

 El monográfico tiene como fin recoger distintas contribuciones, con artículos que permitan profundizar en los efectos de la fragilidad en la salud y calidad de vida de las personas mayores, con especial énfasis en los estudios realizados en relación a las actuaciones de prevención, diagnóstico y tratamiento de la fragilidad. Además, el próximo 20 de octubre se celebrará un webinar sobre “El presente y futuro de la fragilidad”. (Próximamente más información en la web ).

La editorial del monográfico de Fragilidad, PROMOCIÓN DEL ENVEJECIMIENTO SALUDABLE A TRAVÉS DEL ABORDAJE DELA FRAGILIDAD, resume la importancia de intervenir sobre la fragilidad.

Según la OMS la fragilidad se define como un deterioro progresivo, relacionado con la edad, de los sistemas fisiológicos que provoca una disminución de las reservas de la capacidad intrínseca, lo que confiere una mayor vulnerabilidad a los factores de estrés y aumenta el riesgo de una serie de resultados sanitarios adversos.

En España, la prevalencia de fragilidad es del 18% (IC 95% 15-21%), según un reciente meta-análisis que en su mayoría incluía individuos de 65 años o más, siendo algo más baja en estudios a nivel comunitario 12% (IC 95% 10-15%) y mucho más alta en ámbitos no comunitarios (Atención Primaria, hospitales y residencias) 45% (IC95% 27- 63%). Estos datos unidos a que, en 2019, en España 9.057.193 personas (56,8% mujeres) tenían 65 años y más, representando el 19,3% de la población, y estimándose que en 2033 llegará al 25,2% y en 2066 al 34,6%, ponen de relevancia la importancia de abordar la fragilidad, pues si bien la fragilidad se asocia a la edad, se puede prevenir, identificar y revertir.

Reflejo de su importancia , el abordaje de la fragilidad, es una de las acciones priorizadas en la Estrategia de Promoción de la Salud y Prevención en el Sistema Nacional de Salud, y de ello se derivó la creación del  Grupo de Trabajo para la prevención de fragilidad y caídas que elaboró el Documento de consenso sobre prevención de fragilidad y caídas en la persona mayor, que propone la evaluación e intervención sobre fragilidad en Atención Primaria.

 El abordaje de la fragilidad se enmarca en la promoción de un envejecimiento saludable con el fin de impulsar mecanismos de promoción, prevención y atención de salud de las personas mayores, garantizando su cuidado, pero también preservando su valor social, como parte activa y necesaria de nuestra sociedad. El envejecimiento poblacional y el aumento de la longevidad constituyen uno de los grandes logros alcanzados y supone un reto para la transformación de los sistemas sanitarios, estructuras en las que se debe alentar y facilitar a las personas mayores a que mantenga un envejecimiento activo y saludable, con el fin de que los s ganados de vida que se vivan en buena salud.

La Atención Primaria (AP) y la comunidad constituyen el medio asistencial primordial para el manejo de la fragilidad, y así se destaca en el artículo del monográfico de fragilidad VISIÓN DEL MANEJO DE LA FRAGILIDAD EN ATENCIÓN PRIMARIA en el que han participado destacados miembros del Grupo de Trabajo del PAPPS-semFYC del Mayor (Actualización PAPPS GdT Mayor 2020)Los autores nos dicen que deben consolidarse las estrategias para intervenir en fragilidad de una manera más efectiva y sistemática: con la formación adecuada de los profesionales, establecimiento  de campañas y difusión que hagan visualizar la relevancia y extender su intervención, priorizando las actividades asistenciales programadas más efectivas (destacando la fragilidad), a través del trabajo multidisciplinar con coordinación y participación de los diferentes niveles asistenciales y comunitarios y de los propios pacientes, y dotando de medios y recursos a la AP. El articulo combina de forma excelente la visión de prevención en la consulta con la visión comunitaria de abordaje de la fragilidad. Os recordamos la Valoración de la SALUD Global de la persona mayor con la nueva herramienta VALINTAN.

El aumento de la esperanza de vida no ha supuesto un aumento similar de los años ganados en la calidad de vida o buena salud, y se ha asociado a un incremento de enfermedades crónicas, fragilidad, discapacidad y dependencia. Por ello el reto es fomentar el mantenimiento de la capacidad funcional limitando la aparición de discapacidad y dependencia, actuando en los factores que son modificables y, por tanto, sujetos a intervención, como la fragilidad o la promoción de entornos saludables para las personas mayores.

Elena Pola Ferrández

Soledad Justo Gil (1)

Área de Prevención. SG de Promoción de la Salud y Prevención. DG de Salud Pública. Ministerio de Sanidad.

(1) Grupo de educación sanitaria y promoción de la salud del PAPPS 

 


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