Quienes somos

jueves, 8 de mayo de 2025

Clic, scroll, ansiedad: la epidemia silenciosa del exceso digital

 

En los últimos años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y numerosas sociedades científicas han alertado sobre el uso excesivo de pantallas desde edades muy tempranas hasta la adultez. Aunque inicialmente se abordaba el tiempo de exposición como una simple cuestión cuantitativa, hoy se reconoce que el tiempo de pantalla es un factor de riesgo independiente, incluso entre personas físicamente activas, y debe evaluarse en conjunto con otros determinantes como la calidad del contenido, la interacción social y el momento del día.

La era de los “niños digitales” ha dado paso a una nueva mirada basada en el continuum digital, que afecta a lo largo de todo el ciclo vital. Esta perspectiva destaca la necesidad de intervenir de forma integral en entornos familiares, escolares, laborales y comunitarios. En este contexto, la atención primaria desempeña un papel crucial como primer nivel de contacto con la población, facilitando la identificación temprana de riesgos, el acompañamiento familiar y la promoción de hábitos digitales saludables.

Junto a este enfoque integral, en 2025 emergen conceptos clave que redefinen la prevención digital:

  • Dismorfia digital: alteración en la percepción corporal, especialmente en adolescentes, causada por la exposición constante a filtros, selfies y modelos irreales promovidos por redes como Instagram o TikTok.
  • Ayuno digital consciente: prácticas intencionadas para reducir el uso de pantallas en momentos críticos del día (por ejemplo, antes de dormir o durante las comidas), con el fin de recuperar el control atencional y el bienestar emocional.
  • Cocooning infantil digital: fenómeno creciente en el que los niños utilizan dispositivos como sustituto afectivo, evitando la interacción social directa y reforzando el aislamiento.

Estos fenómenos no solo tienen implicancias individuales, sino que también afectan dinámicas familiares, procesos escolares y entornos comunitarios. De ahí que las recomendaciones actuales pongan el foco tanto en el tiempo como en el contexto, la intención y la calidad del uso digital, ofreciendo a la atención primaria una oportunidad única para liderar intervenciones educativas y de acompañamiento.

Conclusiones clave para el PAPPS y la atención primaria

  1. El uso de pantallas no debe evaluarse solo por duración, sino también por el tipo de contenido, la edad del usuario y el momento del día.
  2. La atención primaria debe integrar la educación digital consciente en sus intervenciones preventivas, actuando como guía para familias y cuidadores en el uso saludable de la tecnología.
  3. Se recomienda incorporar el concepto de Índice de Dieta Digital (IDD) en las futuras guías del PAPPS como herramienta de evaluación y promoción de una exposición digital saludable y equilibrada. 

Francesc Alòs Colomer i Montserrat Romaguera-Bosch

Grup d’Exercici físic i salut. CAMFIC. 

Referencias:

  • World Health Organization. (2019). Guidelines on physical activity, sedentary behaviour and sleep for children under 5 years of age. World Health Organization. https://www.who.int/publications/i/item/9789241550536
  • World Health Organization. (2022). Global status report on physical activity 2022. https://www.who.int/publications/i/item/9789240064195
  • Felix, E., Silva, V., Caetano, M., Ribeiro, M. V. V., Fidalgo, T. M., Rosa Neto, F., Sanchez, Z. M., Surkan, P. J., Martins, S. S., & Caetano, S. C. (2020). Excessive Screen Media Use in Preschoolers Is Associated with Poor Motor Skills. Cyberpsychology, behavior and social networking23(6), 418–425. https://doi.org/10.1089/cyber.2019.0238
  •  Twenge, J. M., & Campbell, W. K. (2018). Associations between screen time and lower psychological well-being among children and adolescents: Evidence from a population-based study. Preventive medicine reports12, 271–283. https://doi.org/10.1016/j.pmedr.2018.10.003
  • Nesi J. (2020). The Impact of Social Media on Youth Mental Health: Challenges and Opportunities. North Carolina medical journal81(2), 116–121. https://doi.org/10.18043/ncm.81.2.116

 

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario