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lunes, 12 de noviembre de 2018

Jóvenes y alcohol (2): como intervenir desde la consulta


El Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo de USA (NIAAA) nos presenta una herramienta simple, rápida, derivada de la práctica clínica para identificar a jóvenes en riesgo de tener  problemas relacionados con el alcohol en su guía Alcohol Screening and Brief Intervention for Youth: A Practitioner's Guide . Cribar el consumo de alcohol en jóvenes se justifica porque es un problema frecuente, es peligroso para la salud actual y futura del joven, es un marcador que se asocia con otros estilos de vida no saludables, y porque a menudo nos pasa desapercibido en la consulta del día a día. (Jóvenes y alcohol (1): los datos)
Para iniciar una conversación sobre el consumo de alcohol con el joven que acude a nuestra consulta tenemos dos preguntas poderosas que nos abren la puerta. La primera pregunta es sobre el consumo de alcohol de los amigos y la otra sobre la frecuencia de consumo personal.  La pregunta sobre el consumo de alcohol en amigos es una señal de alerta temprana que predice fuertemente los niveles de consumo futuros del joven. También te permite una iniciación la conversación "no amenazadora”. La pregunta de consumo se centra en la frecuencia, el mejor predictor del riesgo actual de daños del consumo de alcohol en adolescentes que ya están consumiendo.

Después de preguntar podemos intervenir según hayamos clasificado el consumo de alcohol en riesgo más bajo, moderado o más alto. Y usar desde un consejo breve, una entrevista motivacional, o una derivación a un centro especializado si es necesaria. Recomiendan también actuar según rango de edad (9-11, 11-14, 14-18), por ejemplo un consumo de alcohol a los 12 años siempre es de riesgo más alto. Ver guía de bolsillo. Además, la Guía pretende ayudar a los clínicos a superar otras barreras comunes para la detección: inquietudes sobre la confidencialidad, como se puede intervenir según el riesgo,  y la importancia  de encontrar recursos de tratamiento para adolescentes donde podamos derivar.
El “tono” de la conversación debe ser el adecuado para alentar al joven a dar respuestas honestas y precisas cuando les preguntamos, siendo importante establecer una buena relación con ellos en un ambiente de confianza. La conversación se puede entablar con los padres delante o pedirles que salgan asegurando confidencialidad en este caso. Hablar del tema delante de los padres también tiene sus ventajas ya que permite un abordaje familiar, siempre explicitando que nuestro objetivo es mantener a todos nuestros pacientes sanos y ofrecer un buen consejo sanitario.
Sobre el coste efectividad de intervenir señalar que la Academia de Pediatría de USA recomienda que los médicos que trabajan con niños y adolescentes revisemos regularmente el uso actual de alcohol y usar técnicas de intervención breve. PolicyStatement—Alcohol Use by Youth and Adolescents: A Pediatric Concern.

Es NECESARIO iniciar la conversación.

Paco Camarelles
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