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jueves, 21 de noviembre de 2019

The role of general practitioner to empower patients in their self-management


Acaba de ser publicado en el blog del proyecto COMPAR-EU (ver Automanejo de la enfermedad: proyecto COMPAR-EU) la entrada “The role of general practitioner to empower patients in their self-management” (El papel del médico de familia para empoderar a los pacientes en su autocuidado). En dicha entrada se reflexiona sobre ello, íntimamente relacionado con la educación sanitaria y promoción de la salud.



Las características de la especialidad de Medicina de Familia MF en Europa incluyen el desarrollo de un enfoque centrado en la persona. Y son muchos los desafíos a los que nos enfrentamos en nuestra práctica clínica diaria. La definición europea de MF de WONCA EUROPE (Sociedad Europea de Medicina General / Medicina Familiar) describe las características clave de la disciplina, y el papel del MF, así como las competencias básicas del mismo. Las características de nuestra especialidad incluyen el desarrollo de un enfoque centrado en el paciente, orientado a las personas, sus familias y comunidades, y la promoción del empoderamiento del paciente.

Como médicos de familia, tratamos con las personas y sus problemas en el contexto de las circunstancias de su vida. No los vemos como dueños de patologías impersonales o simplemente "casos". Creemos que el punto de partida de cada proceso de atención médica es el propio paciente. Comprender la forma en que un paciente enfrenta su problema de salud es tan importante como lidiar con la enfermedad en sí. La base común para todos nosotros deberían ser las creencias, los miedos, las necesidades y las expectativas de cada persona; no solo para tener más éxito, sino también para mejorarnos como personas.

Las tres dimensiones clave del empoderamiento del paciente son la alfabetización en salud, el autocuidado y la toma de decisiones compartidas. 

Promover el empoderamiento del paciente.

Muchos de los pacientes que atendemos, carecen del suficiente autocuidado, lo que significa que no saben cómo actuar en la vida en favor de su propia salud para alcanzar un nivel de bienestar que pueda considerarse óptimo. Otro problema es tener poca alfabetización en salud, el grado en que las personas tienen la capacidad de obtener, procesar y comprender información básica sobre los servicios de salud y la salud, a fin de tomar las decisiones adecuadas. Ambos son muy importantes para la salud de las personas.

Los médicos de familia tenemos una posición estratégica para promover el empoderamiento del paciente y el autocuidado en nuestra práctica clínica diaria. Los puntos de partida para un proceso educativo continuo son tanto el enfoque multidisciplinario, la sólida relación basada en un proceso de consulta longitudinal, y la confianza entre el profesional de la salud y el paciente. Así es como podremos empoderar a nuestros pacientes, sabiendo que las tres dimensiones clave del empoderamiento del paciente son la alfabetización en salud, el autocuidado y la toma de decisiones compartidas.


Los desafíos de la toma de decisiones compartidas y la activación del paciente.

Dos son los desafíos principales a los que nos tenemos que enfrentar como médicos de familia: la toma de decisiones compartidas y la activación del paciente. En cuanto a la primera, cuando se trata de tomar decisiones, es crucial que la conversación entre médicos y pacientes sea lo más honesta posible, y que ambas partes se den cuenta de que están involucradas en un pensamiento, un sentimiento y una discusión sobre una situación que tendrá consecuencias en ambos lados. ¡Practica SHARE! El arte de compartir decisiones en el encuentro clínico
Por otro lado, activar a los pacientes en el autocuidado no es tan fácil. La activación del paciente está relacionada con el conocimiento, las habilidades y la confianza, para que cada uno pueda controlar su propia salud. Sabemos qué estrategias utilizan los profesionales de la salud que son buenos "activadores" del cambio en el comportamiento de salud de sus pacientes. Principalmente, hay cinco estrategias que han demostrado ser más exitosas para permitir que los pacientes cambien su estilo de vida: enfatizar la responsabilidad del paciente, colaborar con los pacientes, identificar pequeños pasos hacia el cambio, programar seguimientos frecuentes y mostrar interés.
También es interesante saber qué estrategias menos exitosas están siendo utilizadas por otros profesionales. Destacando las descripciones de los resultados de salud negativos que se pueden esperar si no se afrontan comportamientos poco saludables: “Si no deja de beber alcohol, su hígado acabará teniendo una cirrosis. Ver Como "activar" al paciente en su autocuidado desde la consulta

Paco Camarelles



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