“Más vale prevenir que curar” es un dicho muy popular que está siendo puesto en duda. Los médicos de familia y las enfermeras somos expertos en prevención
ya que es una parte importante de nuestras actividades clínicas del día a día
como la prevención cardiovascular, la prevención del cáncer o la prevención de enfermedades
infecciosas mediante las inmunizaciones. Pero ¿Cuánta razón hay detrás de ello?, ¿ahorra
dinero la prevención?, ¿dirigimos nuestros esfuerzos preventivos a los individuos y poblaciones adecuadas?, y ¿somos conscientes de las estrategias preventivas más
impactantes? Estas son las preguntas que se hace la American Academy
of Family Physicians AAFP en el interesante artículo Does Prevention Save Money? That's the Wrong Question, y que me he tomado la licencia de traducir y adaptar para el blog de forma libre.
Con las vacunas tenemos claro que previenen enfermedades,
hospitalizaciones, muertes y ahorran dinero al sistema sanitario. Sin embargo muchos economistas dicen que la prevención no es rentable,
y que nos centramos demasiado en la prevención en lugar del tratamiento. The economics of prevention
El autor comenta en el artículo que la base
del problema es que aún no sabemos distinguir todos (economistas, políticos o profesionales
sanitarios) los tres tipos de prevención existentes: la primaria, la secundaria
y la terciaria. Pone tres ejemplos para explicarlos: prevención primaria sería evitar la obesidad
con el ejercicio físico (intervención de los profesionales sanitarios clínicos
y Salud Publica), prevención secundaria seria recomendar una dieta a una persona
diabética (ambiente clínico), y prevención terciaria seria enviar al diabético al
oftalmólogo para detectar precozmente una retinopatía diabética.
Al evaluar los costos de la prevención se suele mirar al
costo de la prevención primaria de la enfermedad frente al coste del
tratamiento de la enfermedad, que a veces incluye medidas de prevención
secundaria y terciaria. La pregunta es: ¿vale la pena dedicar tiempo y recursos
a la prevención si esta implica mayor esfuerzo y costo que tratar? Muchos
estudios han encontrado que la mayoría de los esfuerzos de prevención primaria
y secundaria no ahorran dinero al sistema sanitario. Sin embargo, casi el 40 por
ciento de las muertes podría evitarse mediante una mejor prevención primaria,
como la disminución del consumo de tabaco. Intervenciones de salud pública
relativamente simples, como la inclusión de los cinturones de seguridad en los
automóviles y la inmunización de bebés y niños pequeños, puede salvar miles de
vidas a un costo mínimo. Pero qué pasa si los esfuerzos se gastan en los de
bajo riesgo de un comportamiento o una enfermedad? Por ejemplo, si no fumo ni
tengo intención de fumar para mí las campañas de prevención y control del
consumo de tabaco no me reportaran beneficios. Pero si en mi familia hay
una historia familiar de enfermedad coronaria, una alimentación adecuada podría
tener resultados significativos en mi vida.
Does Preventive Care Save Money? Health Economics and the Presidential Candidates.
Muchos economistas critican las colonoscopias (prevención
secundaria), citando el aumento imparable de los costos económicos si cada
individuo mayor de 50 años es cribado. Algunos han argumentado en contra de tales
prácticas sobre la base de que el aumento de la esperanza de vida va a
significar que tenemos que gastar más dinero en el futuro. Pero no son las
colonoscopias la prevención "verdadera". No hay manera de erradicar
el cáncer de colon al 100% antes de que ocurra, lo que provoca confusión entre
el público en general ya que se confunde la detección precoz con la prevención.
Incluso puede producir molestia y confusión entre la población al pensar que se
está tratando de racionar los cuidados
mediante la restricción de algo que parece adecuado (por ejemplo con las
recomendaciones sobre cuándo y con qué frecuencia debe hacerse la mamografía).
Entonces, ¿Qué hacemos y que significa con todo esto?:
- Significa que tenemos que saber qué se entiende por prevención.
- Significa que los profesionales sanitarios tenemos que ser capaces de educar a nuestros pacientes sobre lo que es la prevención y lo que funciona, y luego ayudarles a que lo aplique a sí mismos.
- Significa que debemos ser parte de los esfuerzos de todo el sistema sanitario para centrarse en lo que es más eficaz. Esto incluye garantizar que las medidas preventivas de calidad se basan en la evidencia médica de lo que realmente aporta resultados positivos para el paciente.
- En lugar de debatir si la prevención o el tratamiento ahorran dinero, debemos determinar las formas más rentables para mejorar la salud de la población.
Al final, la prevención de la enfermedad y sus
complicaciones es lo que hacemos en el día a día. Puede que ahorre o no dinero, pero salva vidas y
mejora la calidad de vida; ¿Hay algo más humano que eso?
Kyle Jones, M. D., es un miembro de la facultad en la
Universidad de Programa de Residencia de Medicina Familiar de Utah en Salt Lake City
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