La publicación del nuevo Código Latinoamericano y Caribeño contra el Cáncer (2023) aporta novedades
cuantitativas y cualitativas a las del Código Europeo contra el Cáncer de 2014 (se prevé una actualización próxima). Ambos códigos tienen objetivos
similares: promover recomendaciones basadas en evidencia para la prevención del
cáncer y reducir la carga de esta enfermedad. Sin embargo, existen algunas
diferencias clave entre ambos códigos, dado que están adaptados a sus
respectivos contextos socioeconómicos, culturales y epidemiológicos.
El Código Latinoamericano y Caribeño contra el Cáncer ofrece recomendaciones basadas en evidencia para la prevención del cáncer, adaptadas a las realidades socioeconómicas y culturales de la región. Incluye estrategias específicas como la vacunación contra el VPH, programas de cribado para el cáncer cervical y consejos para evitar la acumulación de humo en el hogar. Además, enfatiza la importancia de no consumir tabaco ni alcohol, y aborda la detección de la bacteria Helicobacter pylori para prevenir el cáncer de estómago. El código también proporciona directrices para responsables de la toma de decisiones, enfocadas en implementar políticas fiscales, asegurar la disponibilidad de pruebas de detección temprana y promover entornos saludables.
Código Latinoamericano y Caribeño contra
el Cáncer CLCCC (2023) fue
diseñado específicamente para la realidad de América Latina y el Caribe, donde
hay grandes disparidades en el acceso a la atención de salud, así como
diferencias en los factores de riesgo. Por ejemplo, en la región, el cáncer de
cuello uterino sigue siendo muy prevalente, por lo que se da mayor énfasis a la
vacunación contra el VPH y los programas de cribado para el cáncer cervical. También
considera aspectos sociales como la pobreza, la inequidad en el acceso a la
atención sanitaria y las barreras culturales, lo que se traduce en
recomendaciones adaptadas a estas realidades, por ejemplo, en el control del
tabaco, la alimentación, y la promoción de actividad física. El alto uso del carbón
o leña para cocinar ha llevado a la recomendación especifica de que si se
cocina o calienta el hogar con carbón o leña, evitar la acumulación de
humo dentro de la casa.
Los matices que diferencian ambos códigos
pueden desvelar cuales van a ser los avances del próximo código europeo. Por ejemplo,
introduciendo que, además de no fumar ni usar ningún tipo de tabaco, se propone
dejarlo si es posible, con ayuda profesional si es necesario. Tampoco usar
cigarrillos electrónicos, ya que conducen al consumo de tabaco. Con respecto al
consumo de alcohol el VLCCC es mas taxativo: Evite el consumo de
bebidas alcohólicas para ayudar a prevenir varios tipos de cáncer.
El CLCCC incluye la recomendación de que
la infección por la bacteria Helicobacter Pylori puede causar cáncer de
estómago. Recomienda consultar con profesionales de la salud para conocer si se
podría beneficiar de la detección de la bacteria y el tratamiento de la
infección.
Con respecto a los cribados, el nuevo código
es más explícito en las recomendaciones. En cáncer del cuello de útero: “Si
tiene entre 30 y 64 años, acuda al servicio de salud y
solicite una prueba molecular del virus del papiloma humano (VPH), al menos
cada 5-10 años, para la detección temprana del cáncer de cuello uterino.
Consulte si puede recolectar la muestra por auto toma. Si no tiene acceso a la
prueba del VPH, solicite el examen disponible en su país. De acuerdo con los
resultados, siga puntualmente las recomendaciones de su profesional de salud".
Hay que destacar que el código viene con
una serie de Recomendaciones dirigidas a responsables de la toma de
decisiones para la implementación del Código Latinoamericano y Caribeño contra
el Cáncer. Desde implementar políticas fiscales, a asegurar la
disponibilidad de pruebas de detección temprana, de cribado, de diagnóstico,
tratamiento y seguimiento según el programa nacional. Mas medidas incluyen el
implementar etiquetados de advertencia sanitaria en los
envases de tabaco, cigarrillos electrónicos, alcohol, alimentos y bebidas no
saludables, el generar entornos saludables, incluir clases de educación física
de calidad en los planes de estudio, prohibir la publicidad, promoción y
patrocinio del tabaco, los cigarrillos electrónicos, el alcohol y los
sucedáneos de leche materna; asimismo, prohibir la publicidad de alimentos y
bebidas no saludables dirigida a la población infantil; implementar programas
de comunicación, educación y consejería para incentivar entre la población
cambios de comportamiento. Y salvaguardar de los posibles conflictos de interés
el diseño, la implementación y la evaluación de estas políticas.
Paco Camarelles
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