Algo está sucediendo ahí fuera, que está
cambiando la medicina, y que hace replantearnos lo que hacemos. Es lo que nos
dicen en el reciente artículo del BMJ Rethinking Medicine.
La medicina moderna se está repensando por
médicos y pacientes. El uso extendido de la medicina para todo, no siempre tan
efectiva como afirman los defensores, y con efectos secundarios y consecuencias
no deseadas que superan a los beneficios en ocasiones. Y la preocupación por el
diagnóstico y el tratamiento excesivo, y
el potencial de daño y desperdicio que conlleva, hacen que surjan iniciativas a
nivel mundial como la medicina mínimamente disruptiva liderada por Victor Montori o Rethink Health. En nuestro país
acaba de ser publicado el interesante suplemento de la revista Atención Primaria
“Sobrediagnóstico y sobretratamiento: la visión de la Atención Primaria”, en el
que se analizan distintos escenarios incluyendo actividades preventivas que se ponen
en duda por contribuir al sobrediagnóstico y al sobretratamiento.
También existe preocupación por la eficacia
limitada de lo que tiene que ofrecer la medicina frente a los determinantes
sociales más amplios de la salud, como la educación deficiente, el desempleo y
la distribución desigual de la riqueza. Cada vez se prescriben más
intervenciones sociales y se hacen más abordajes comunitarios. Ver ¿Qué es eso de la prescripción social?¿Funciona?
En enfoque cambia
Algunos médicos intentan cambiar sus
relaciones con los pacientes, escuchar sus narraciones y trabajar con ellos,
compartir información sobre diagnósticos y opciones de tratamiento y ofrecer
atención y apoyo más personalizados. Otros se centran en ayudar a los escolares
a entender y gestionar su salud, y en comprender dónde los médicos hacen y no
agregan valor (recomendaciones NO HACER semFYC). Hay otros que intentan mejorar
el contexto dentro del cual se proporciona la medicina clínica, basándose en
perspectivas organizacionales y de sistemas y en enfoques de mejora de la
calidad que se originan en el sector manufacturero. En lugar de atrincherarse
en las formas tradicionales de trabajo, los médicos están buscando diferentes
formas de hacer que la práctica clínica sea más efectiva y más factible.
En Reino Unido se están desarrollando algunas
interesantes iniciativas para apoyar el proceso de repensar la medicina. La
"Atención médica prudente" en Gales y la "Medicina realista" en Escocia representan esfuerzos concertados para crear un nuevo
conjunto de principios y actividades para orientar la práctica clínica.
El proceso de repensar la medicina es un
desafío necesario. Necesitamos definir más claramente dónde la aplicación de un
modelo médico enfocado a la enfermedad agrega valor y dónde no, para ayudar a
los médicos a desarrollar activamente relaciones más productivas con los
pacientes, y para ayudarnos a incorporar intervenciones sociales en el arsenal
más tradicional del abordaje biológico y las intervenciones psicológicas. Esto
requerirá cambios radicales en los currículos de capacitación de pregrado y
posgrado y el contenido de la educación profesional continua. Requerirá un
fuerte enfoque en la atención personalizada, la salud de la comunidad y la
población y las habilidades necesarias para desarrollar nuevas formas de
trabajar con las personas en el gobierno local, el sector voluntario y las
comunidades locales.
La medicina se está replanteando, y los
médicos tenemos la oportunidad de contribuir a las iniciativas más amplias que
tienen lugar en muchos lugares, o de incorporar los diferentes elementos de
estas iniciativas en nuestra práctica clínica. Si lo hacemos, es probable que
revitalicemos lo que significa ser médico y que transformemos nuestras relaciones
con los pacientes.
Adaptacion del articulo hecha por Paco Camarelles