Siguiendo
la línea de la entrada anterior del blog {Nuevos productos del tabaco tabaco: tabaco calentado y cigarrillos electrónicos (1)}, hoy comentamos el segundo documento, dado
a conocer recientemente en España, que es importante para el conocimiento y
abordaje de los nuevos productos del tabaco: tabaco calentado y cigarrillos
electrónicos; Se trata del muy completo INFORME SOBRE LOS CIGARRILLOS
ELECTRÓNICOS: SITUACIÓN ACTUAL, EVIDENCIA DISPONIBLE Y REGULACIÓN 2020. DIRECCIÓN GENERAL DE SALUD PÚBLICA. Ministerio
de Sanidad.
El
informe revisa los efectos para la salud de los cigarrillos electrónicos, sus
patrones de uso, su eficacia como ayuda para dejar de fumar, la regulación de
los dispositivos electrónicos de liberación de nicotina, para acabar con un posicionamiento
sobre estos productos. También hay un necesario apartado sobre la regulación
de los dispositivos electrónicos de liberación de nicotina a nivel nacional e internacional.
Estas son sus principales conclusiones:
Los
cigarrillos electrónicos no son seguros para el consumidor.
• A
corto plazo se han visto evidencias de su efecto sobre las vías respiratorias
dando lugar a nuevas patologías como EVALI.
• El
aerosol del cigarrillo electrónico contiene sustancias tóxicas y
carcinogénicas, con lo cual, a largo plazo, puede inducir la aparición de
cáncer en consumidores y personas expuestas pasivamente a este aerosol.
• El
concepto de la reducción de riesgo frente al tabaco tradicional responde a
estrategias comerciales. No es factible desde el punto de vista sanitario el
consumo de un producto nocivo independientemente de su comparación con otros
productos.
• El
uso de los cigarrillos electrónicos como terapia sustitutiva debe ser tomado
con cautela, sobre todo ante la nueva evidencia científica. En su caso el uso
de estos dispositivos como terapia sustitutiva debería ser realizada y
prescrita por un facultativo.
El
consumo de cigarrillos electrónicos aumenta entre las edades jóvenes.
•
Actualmente la mitad de los jóvenes en nuestro país ha consumido en al menos
una ocasión cigarrillos electrónicos.
• Su
uso es minoritario en mayores de 35 años.
• La
publicidad de este tipo de productos tiene un impacto en el aumento de su uso.
La
eficacia de los cigarrillos electrónicos como ayuda para dejar de fumar no ha
sido demostrada.
• No
existe actualmente una evidencia sólida que sugiera que los cigarrillos
electrónicos pueden ser útiles como herramienta para la cesación del tabaquismo
• A
partir de datos procedentes de encuestas sistemáticas de ámbito nacional no se observa
que los consumidores de este tipo de productos disminuyan a medio/largo plazo el
consumo de tabaco tradicional.
VER INFOGRAFIA
El informe comentado ha sido publicado cercano a la
reciente y polémica revisión Cochrane: Can electronic cigarettes help people stop smoking, and do they have any unwanted effects when used for this purpose?
Que
concluye que “Existe evidencia de certeza moderada de que los cigarrillos electrónicos
e-cigs con nicotina aumentan las tasas
de abandono en comparación con los e-cigs sin nicotina y en comparación con la Terapia
Sustitutiva con Nicotina. La evidencia que compara los e-cigs de nicotina con la
atención habitual / ningún tratamiento también sugiere un beneficio, pero es
menos segura. Se necesitan más estudios para confirmar el grado de efecto".
Polémica
porque ha sido acertadamente rebatida por Rodrigo Córdoba y Cesar Minué en “Descifrando La Revisión Cochrane Sobre Cigarrillos Electrónicos” publicada en el blog de
SEDET. Las deficiencias en los análisis de la revisión y los sesgos de los conflictos
de interés quedan al descubierto. Personalmente me quedaría con la frase: “Realmente
no tiene mucho sentido comparar productos de uso terapéutico como los parches
de nicotina con un producto recreativo – sin licencia como producto terapéutico
– como los e-cigs. No son productos de una misma categoría funcional ni sus resultados
son para nada satisfactorios porque la cesación solo la consiguen pocos
usuarios en el mejor de los casos".
Paco Camarelles