Más de la mitad de los
americanos toman algún suplemento dietético de forma continua u ocasional. En
nuestro país no debemos de andar muy lejos de estas cifras y la toma de
vitaminas, minerales y productos de herbolario es una realidad que detectamos a
diario en nuestras consultas. Las primeras preguntas que nos debemos hacer son si necesitamos tomarlos, si son seguros, y
que beneficio quiero conseguir. Es el primer
consejo que dan desde el instituto de salud del gobierno de USA en su reciente boletín
de noticias (NIH News in Health).
A los pacientes preocupados
por tener carencias de vitaminas y/ o nutrientes la respuesta que solemos darles
cuando nos preguntan, es que haciendo una alimentación sana, variada y
equilibrada no son necesarios, salvo casos específicos (embarazadas, vegetarianos, niños). En el boletín también se les dan una serie
de consejos que me parecen muy acertados: comunicar a los profesionales
sanitarios que los están tomando (muchas veces ni nos enteramos de su consumo),
que lean las instrucciones de uso, que lo “natural” no es siempre sano, y que
demasiados pueden ser dañinos.
La principal razón
que argumentan los pacientes para tomar estos productos es la mejora de la salud, más
que la suplementación de carencias. Su uso se ha relacionado con mayor percepción
de salud y estilos de vida más saludables, y menos de una cuarta parte fueron
recomendados por un profesional sanitario según un estudio publicado en JAMA 2013.
Al ser suplementos no están regulados
como fármacos, y aunque pueden decir en su publicidad que tienen efectos
beneficiosos para la salud, no pueden venderse como curativos, preventivos o
tratamientos de enfermedades. Sobre si sirven para algo los suplementos dietéticos
ya escribimos una entrada en este blog. La utilidad de los complejos multivitamínicos para la prevención de
enfermedades como el cáncer en hombres ha sido motivo de estudios recientes en los que
concluyen que su ingesta disminuye el número total de cánceres. Las importantes
limitaciones del estudio han hecho que no se generalice la recomendación de su
ingesta.(JAMA 2012).
Quizás el primer paso es
saber que contienen estos productos y en USA nos llevan una ventaja considerable,
en la siguiente web hay una base de datos en la que podemos buscar la composición
de los suplementos dieteticos comercializados allí.
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