El consejo en temas de salud
de los famosos o celebridades puede tener una influencia sustancial en las
personas, y motivarles a adoptar nuevos comportamientos y modificar las
actitudes y creencias sobre temas de salud. Los famosos pueden promover y
disuadir de conductas saludables, independientemente de que haya evidencia científica
que apoye o contradiga sus consejos. Detrás de los consejos en salud de los
famosos hay bases biológicas,
psicológicas y sociales que explican su impacto y la confianza de la gente. Un
reciente artículo publicado en el BMJ analiza lo que se sabe sobre cómo las
personas famosas pueden influenciar las decisiones en salud. Los famosos
influyen sobre la salud porque dan credibilidad y diferencian productos e ideas
sobre sus competidores. Los famosos transfieren sus atributos personales a los productos
que patrocinan y usan su éxito social
para aumentar la credibilidad de lo que proponen. Estudios psicológicos
muestran que la gente está clásicamente condicionadas a reaccionar
positivamente a los consejos de las celebridades, independientemente de que
coincidan o no con sus ideas propias. Los famosos activan la tendencia natural de las personas para tomar
decisiones basadas en cómo otros han actuado en situaciones similares. Por
otra parte la sociología ayuda a explicar la propagación de los consejos en
salud de los famosos como un contagio que se difunde a través de las redes
sociales, y como el deseo de las personas a adquirir el capital social de las
celebridades.
El artículo analiza, en clave anglosajona, ejemplos de cómo pueden influir los famosos. Son conocidos los casos del cáncer de mama de la cantante Kylie Minogue que aumentó hasta en un 40% la realización de mamografías en Australia, o el gran incremento de lo recaudado para investigar en Parkinson cuando se supo que el actor Michael J Fox padecía esta enfermedad. El más reciente e impactante ha sido el de Angeline Jolie al decidir hacerse una doble mastectomía preventiva al dar positiva al gen BRCA1. El problema surge cuando se dedican a promocionar actividades preventivas que no han demostrado con estudios científicos sus beneficios, o pueden ser dañinas, como el cribado del cáncer de próstata, o determinados tratamientos no fundamentados científicamente.
.
El artículo concluye que los
profesionales sanitarios podemos contrarrestar las influencias negativas de las
celebridades al hablar con nuestros pacientes acerca de la validez de los
consejos de los famosos, y que fuentes de información en salud son creíbles y aconsejables.
La comunidad médica podría utilizar la influencia de las celebridades para el
bien común asociándose con ellos de forma productiva, incluidas las iniciativas
que desacrediten los consejos de salud erróneos, y promocionando las prácticas
basadas en la evidencia.
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