Campañas sanitarias de prevención y control del tabaquismo

Las campañas en los medios de comunicación social dirigidas al conjunto de la población son una de las medidas eficaces de prevención y control del tabaquismo.  Una buena campaña puede incrementar los intentos de abandono del tabaco en un 40%. Además puede reducir la prevalencia en un 7% pero la campaña debe estar suficientemente financiada, y lo más importante es que para conseguir ese efecto debe combinarse con medidas reguladoras (CNPT 2010).
 

 

Recientemente comentamos en este blog la campaña de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de USA, “Consejos de los ex fumadores”. La campaña se centra en las historias de ex fumadores, muchos de los cuales empezaron a fumar cuando eran jóvenes, que están sufriendo las consecuencias de fumar tabaco. Mostrando las vidas de aquellas personas que están seriamente afectadas por enfermedades causadas por el tabaco, los CDC pretenden alentar a los fumadores a no fumar, a los jóvenes a no iniciarse, y a no fumar cuando hay niños cerca.

La campaña de los CDC ha sido evaluada y ya tenemos los primeros resultados de la misma. Las llamadas a los teléfonos de ayuda para dejar de fumar (quit lines), se han incrementado en un 132%, y las visitas a la web de la campaña en un 428%. Muchos fumadores están interesados en dejar de fumar y aprender sobre como abandonar el tabaco, y responden a mensajes motivacionales que incluyan una oferta de ayuda.

 

 

 

Y mientras tanto en España estamos sin hacer nada. La última gran campaña de prevención del tabaquismo realizada en medios de comunicación social se hizo en Diciembre de 2005. En primavera de 2006 se hizo una pequeña campaña sobre tabaquismo pasivo en la infancia y desde entonces el gobierno central no ha realizado ninguna otra. Algunas CCAA han realizado campañas aisladas de escaso impacto por disponer de un presupuesto insuficiente.

Pd: en épocas de crisis el presupuesto sanitario que se pudiera dedicar a campañas sanitarias de prevención y control del tabaquismo sería una las inversiones más eficientes que se pueden hacer en salud pública.