Hoy invitamos a Alex Pérez, editor del blog
El Piscolabis
Massivehealth, una empresa
de EE.UU, ha diseñado una muy buena infografía sobre los hábitos alimentarios de la
población, gracias a los datos que suministra la gente que utiliza una
aplicación gratuita para móvil, The Eatery, disponible ya hace
algún tiempo.
¿Qué hace? Dicha aplicación, orienta sobre la calidad (en términos de
salud) de la dieta que una persona está siguiendo, basándose en apreciaciones
que son, de entrada, subjetivas. Depende de uno mismo y de su red social.
¿Cómo se hace? Consiste en aprovechar la fuerza de las redes sociales. Tenemos
que hacer una fotografía al plato o alimento que nos vamos a comer. La
aplicación nos permite valorar si el plato o el alimento se ajusta a nuestras
consideraciones de alimentación saludable, y compartir esa opinión, a la vez
que permitimos a nuestros amigos que opinen al respecto del plato que nos vamos
a comer. No consiste en valorar las kilocalorías ingeridas, o las grasas,
proteínas y carbohidratos de nuestra dieta introduciendo los alimentos a medida
que los comemos, mediante una tabla de composición de alimentos.
En la aplicación también se registran los
hábitos alimentarios del usuario: horarios, cuando tomamos refrescos, cuando
hacemos mayores ingestas, etc,..., permitiendo llegar a establecer metas para
mejorar. El objetivo final de uno de los diseñadores de la aplicación, Aza
Raskin, es que hoy, si comparamos con lo que comimos ayer, podemos optar a
mantener o mejorar de alguna nuestra dieta.
Revisando las infografías podemos ver:
Revisando las infografías podemos ver:
- The World. Somos lo que comemos. Nos indica
que tal han ido las ingestas (buenas, regulares o malas) de los usuarios
de la aplicación en diferentes lugares del mundo, en el transcurso de las
últimas 24 h.
- Perception. Comemos menos saludablemente de lo que nos pensamos. Si definimos nuestra dieta, tenemos una percepción de que comemos más saludablemente de que si seguimos un patrón alimentario ambiguo. Os refuerza nuestra conducta. De aquí la importancia de crear patrones y etiquetarlos con algún nombre. También es importante tener claros las informaciones concretas sobre los alimentos y sus efectos en el organismo. Podemos comparar preparaciones con una nombre genérico (por ejemplo, ensaladas) pero muy variables dependiendo en el restaurant dónde las adquiramos.
- When. La hora y el día de la semana
condiciona que una ingesta sea más o menos saludable.
- Where. Dónde comamos afecta en lo
saludable de nuestra dieta. Los usos gastronómicos de cada zona, y
evidentemente, el comer en casa, en el trabajo (de fiambrera) o en bar o
restaurant de menú, condiciona nuestra salud.
- What. ¿Quién come qué? Muestra los platos saludables más populares a nivel mundial. Y algunos alimentos especialmente significativos en diferentes ciudades del mundo.
- Who. Los hábitos alimentarios son
contagiosos. Las personas que nos rodean influyen en lo que comemos.
Los datos obtenidos y la metodologia para realizar
las infografías se basan fundamentalmente en percepciones subjetivas. Pero al
comparar estos datos con los estudios epidemiológicos de las zonas analizadas,
se ha visto una gran correlación.
En el momento que alguien se instala una
aplicación de este tipo es que tiene un interés especial por comer de forma
saludable, es obvio. Esto sesga la muestra. Hay muchas personas que no tienen
esta motivación. Lo que mucha gente tiene claro es que comer abundantemente
ciertos alimentos y hacerlo de una forma determinada, puede favorecer la
aparición de ciertas enfermedades (obesidad, diabetes, hipertensión,...). A
estas personas, inicialmente bien informadas, les puede ir bien establecer y
reforzar unas conductas más adecuadas para su alimentación. Una herramienta
como esta puede ser muy útil para este fin.
La gestión de las redes sociales que se
establecen con el uso de las TIC puede ser un muy buen instrumento para ayudar
a corregir hábitos o conductas no saludables. Es tremenda la fuerza de los social
media en la
transmisión de ideas y conductas, tanto en el número de personas que puede
llegar a interconectar e influir, como en la obtención de resultados
satisfactorios. El ser humano es eminentemente un “animal social”. Por lo
tanto, las nuevas tecnologías, que posibilitan más la aproximación entre las
personas, pueden ser una gran herramienta para combatir problemas de salud
pública que dependan de conductas inadecuadas. Y con un coste económico que
nada tiene que ver con las grandes campañas de salud publica de hace unos años.
En los tiempos de austeridad económico-sanitaria que corren, no viene nada mal
tenerlo en cuenta.
Alex Pérez https://twitter.com/alexenactivo
Alex Pérez https://twitter.com/alexenactivo
Para ilustrar el tema de las redes sociales
y su influencia en la salud, podemos ver este video del Dr. Nicholas Christakis
donde se explica muy bien la dinámica de funcionamiento de estos procesos.
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