La
relación entre el exceso de azúcar añadido en nuestra alimentación y la salud
es motivo de estudio en los últimos años. Un reciente artículo publicado en la
revista JAMA (Added Sugar Intake and Cardiovascular Diseases Mortality Among USA dults) aporta nuevos datos a la discusión. El estudio (comentado en MedlinePlus) ha analizado la
evolución temporal del porcentaje de consumo de azúcar añadido al total de las
calorías diarias en una encuesta en adultos americanos, y ha investigado la
asociación de este consumo con la mortalidad por enfermedad cardiovascular ECV.
La mayoría de los adultos analizados consumían más azúcar que la recomendada
para una dieta saludable, y se observó una relación significativa entre el
consumo de azúcar añadido y mayor riesgo de mortalidad por ECV. De acuerdo con
el estudio publicado en JAMA los que ingerían alrededor de un cuarto o más de
calorías provenientes de azúcares añadidos tenían el doble de riesgo de morir
por ECV en comparación con aquellos que consumieron el 7 %. Para los que consumían
el 19% el riesgo aumentaba un 38% con respecto a los de menor consumo. El
aumento del riesgo cardiovascular de los azucares añadidos en la alimentación podría
estar en relación con mayor riesgo de obesidad, el aumento de tensión arterial,
el aumento del colesterol, y/o el aumento de la resistencia a la insulina (American Heart Association) .
Las
recomendaciones sobre el consumo de azúcar añadido varían, y no hay un límite
universalmente aceptado respecto a los niveles no saludables. La organización mundial de la salud recomienda que sea menos del 10% del total de calorías.
Un
aparte importante del azúcar añadido que se ingiere proviene de las bebidas
azucaradas (Podéis ver lo publicado sobre este tema en el blog en el siguiente enlace). Otras fuentes importantes incluyen los bizcochos, pasteles, bebidas
de fruta, dulces, helados y otros postres lácteos. Pero el azúcar añadido puede
encontrarse incluso en alimentos que la mayoría de personas considerarían como
salados, por ejemplo los aderezos para ensalada, el pan y el kétchup. Otro
culpable importante es el yogurt, que con frecuencia contiene tanto azúcar como
el hallado en los dulces (alimentos sorprendentemente altos en azúcar). La alarma
ha llegado hasta los anuncios de cereales para niños que pueden contener alta
cantidad de azucares añadidos, y se pueden vender como ideales para un desayuno
sano y equilibrado (Eroski Consumer).
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