Para
hacer frente a la epidemia de coronavirus hay que operar en muchos niveles
simultáneamente. El objetivo es aumentar la motivación, la capacidad y la
oportunidad para que todos los sectores de la sociedad estén en una buena
posición para comportarse de forma adecuada ante la epidemia de coronavirus.
Que se protejan a sí mismos, a los demás y a sus comunidades. Behavioural strategies for reducing covid-19 transmission in the general population
La
ciencia del comportamiento humano puede aportar muchas cosas para afrontar la epidemia
de coronavirus como nos dicen en el documento Using behavioural science to help fight the coronavirus. Una completa revisión bibliográfica de
las medidas de prevención que se están aplicando y las repercusiones sociales que
tienen.
1) El
lavado de manos funciona, pero la educación y la información no son
suficientes. La colocación de desinfectantes para manos y señalización llamativa
en ubicaciones centrales (entradas de comedores, en el medio de los vestíbulos
de entrada y vestíbulos de ascensores, en consultas de sanitarios) aumenta
considerablemente su uso. Todas las organizaciones y edificios públicos podrían
adoptar esta práctica barata y efectiva.
(2) Carecemos
de evidencia directa sobre los mensajes de no tocarse la cara. Conveniente el
enviar mensajes de nuevas normas de comportamiento aceptable (como estornudar y
toser sobre el codo), y usar pañuelos desechables.
(3) Es probable que el aislamiento social
cause algunos problemas de angustia y salud mental, requiriendo una atención específica.
La preparación, a través de la activación de las redes sociales, la realización
de planes de aislamiento concretos y la familiarización con el proceso, ayuda.
Estos apoyos son importantes, ya que algunas personas pueden tratar de evitar
el necesario aislamiento. #QuedateEnCasa
(4) El
comportamiento público adecuado es más probable cuando hay una comunicación
clara y frecuente, una fuerte identidad grupal y desaprobación social para
aquellos que no cumplen. Esto tiene implicaciones para el lenguaje, el
liderazgo y la interacción social cotidiana.
(5)
Las autoridades a menudo sobrestiman el riesgo de pánico, pero hay
comportamientos indeseables a tener en cuenta como son la compra acaparadora de
suministros clave y las respuestas xenófobas. Comunicar la inaceptabilidad
social de ambos podría ser parte de una estrategia colectiva.
(6) La evidencia vincula la forma de
comunicación en la crisis con el cambio de comportamiento. Además de la
velocidad, la honestidad y la credibilidad, la comunicación efectiva implica
empatía y promueve acciones y decisiones individuales útiles (que puedo hacer
yo). También es beneficioso usar múltiples plataformas y adaptar el mensaje a
los subgrupos.
(7)
Las percepciones de los riesgos de la epidemia puede ser muy variables entre la
población, y no hay conclusiones definitivas sobre cuál es la mejor forma de
comunicar riesgos. El riesgo probablemente se comunica mejor a través de
números, con rangos para describir la incertidumbre, enfatizando que los
números en el medio son más probables.
Paco Camarelles
Paco Camarelles
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