lunes, 16 de marzo de 2020

Que aporta la ciencia del comportamiento a la epidemia de coronavirus.



Para hacer frente a la epidemia de coronavirus hay que operar en muchos niveles simultáneamente. El objetivo es aumentar la motivación, la capacidad y la oportunidad para que todos los sectores de la sociedad estén en una buena posición para comportarse de forma adecuada ante la epidemia de coronavirus. Que se protejan a sí mismos, a los demás y a sus comunidades. Behavioural strategies for reducing covid-19 transmission in the general population



La ciencia del comportamiento humano puede aportar muchas cosas para afrontar la epidemia de coronavirus como nos dicen en el documento Using behavioural science to help fight the coronavirus. Una completa revisión bibliográfica de las medidas de prevención que se están aplicando y las repercusiones sociales que tienen.


1) El lavado de manos funciona, pero la educación y la información no son suficientes. La colocación de desinfectantes para manos y señalización llamativa en ubicaciones centrales (entradas de comedores, en el medio de los vestíbulos de entrada y vestíbulos de ascensores, en consultas de sanitarios) aumenta considerablemente su uso. Todas las organizaciones y edificios públicos podrían adoptar esta práctica barata y efectiva.

(2) Carecemos de evidencia directa sobre los mensajes de no tocarse la cara. Conveniente el enviar mensajes de nuevas normas de comportamiento aceptable (como estornudar y toser sobre el codo), y usar pañuelos desechables.


 (3) Es probable que el aislamiento social cause algunos problemas de angustia y salud mental, requiriendo una atención específica. La preparación, a través de la activación de las redes sociales, la realización de planes de aislamiento concretos y la familiarización con el proceso, ayuda. Estos apoyos son importantes, ya que algunas personas pueden tratar de evitar el necesario aislamiento. #QuedateEnCasa

(4) El comportamiento público adecuado es más probable cuando hay una comunicación clara y frecuente, una fuerte identidad grupal y desaprobación social para aquellos que no cumplen. Esto tiene implicaciones para el lenguaje, el liderazgo y la interacción social cotidiana.

(5) Las autoridades a menudo sobrestiman el riesgo de pánico, pero hay comportamientos indeseables a tener en cuenta como son la compra acaparadora de suministros clave y las respuestas xenófobas. Comunicar la inaceptabilidad social de ambos podría ser parte de una estrategia colectiva.

 (6) La evidencia vincula la forma de comunicación en la crisis con el cambio de comportamiento. Además de la velocidad, la honestidad y la credibilidad, la comunicación efectiva implica empatía y promueve acciones y decisiones individuales útiles (que puedo hacer yo). También es beneficioso usar múltiples plataformas y adaptar el mensaje a los subgrupos.

(7) Las percepciones de los riesgos de la epidemia puede ser muy variables entre la población, y no hay conclusiones definitivas sobre cuál es la mejor forma de comunicar riesgos. El riesgo probablemente se comunica mejor a través de números, con rangos para describir la incertidumbre, enfatizando que los números en el medio son más probables.

Paco Camarelles
















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