lunes, 5 de abril de 2021

Recomendaciones para el abordaje de la Fragilidad en situación de crisis sanitaria por la COVID-19

El Ministerio de Sanidad ha publicado recientemente el documento Recomendaciones para el abordaje de la Fragilidad en situación de crisis sanitaria por la COVID-19, aprobado por la Comisión de Salud Pública el pasado 25 de marzo, en el que ha participado el PAPPS de semFYC.

Su objetivo es la adaptación de las recomendaciones del “Documento de consenso sobre prevención de fragilidad y caídas en la persona mayor a la situación actual de crisis sanitaria generada por la COVID-19. Destacando el cribado en Atención Primaria, como elemento clave de la intervención. Además, se pretende facilitar alternativas cuando no es posible la presencialidad, reforzando el apoyo en los recursos de la comunidad con posterior derivación al sistema sanitario.


La fragilidad es un estado previo a la discapacidad, relacionado con la edad, que conlleva una mayor vulnerabilidad y aumenta el riesgo de resultados sanitarios adversos, tiene una mayor prevalencia con la edad y se puede prevenir, detectar y revertir. En relación a la COVID-19 la fragilidad se ha evidenciado como un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedad grave y fallecimiento. La COVID-19 es una enfermedad fragilizante, no solo por sus efectos propios, sino también por las medidas de control de restricción de la movilidad que se han tenido que implementar que han producido un deterioro de la capacidad funcional de las personas mayores. Además, la fragilidad y otros síndromes geriátricos pueden ser síntomas de presentación de la COVID-19.

La propuesta de intervención implica realizar el cribado de fragilidad en personas mayores de 70 años  que llegan a la consulta de Atención Primaria (oportunista), y de forma proactiva, identificando a la población susceptible de cribado y contactando con ella.

El cribado se debe realizar principalmente en Atención Primaria, pero también se puede contar con el apoyo de otros recursos de la comunidad en coordinación con el sistema sanitario.  Se recomienda el cribado presencial con pruebas de ejecución cuando no sea posible se puede realizar cribado no presencial:

o   con pruebas de ejecución con la colaboración de una persona cuidadora o familiar,

o   o con escalas como FRAIL.

FRAIL también es la herramienta de cribado recomendada para el cribado en el entorno comunitario.

·      En aquellas personas clasificadas como no frágiles se debe realizar consejo integral en estilos de vida, particularmente en promoción de actividad física.

·     En las personas clasificadas como frágiles se propone llevar a cabo una valoración geriátrica integral, preferentemente en Atención Primaria con derivación a atención especializada si es necesario. Se elaborará un plan de cuidados junto a la persona mayor y familia/persona cuidadora cuando y se propondrá una intervención personalizada apoyada en los recursos de la comunidad y basada en:

o   Ejercicio físico multicomponente.

o   Nutrición,

o   Seguimiento de multimorbilidad y polifarmacia,

o   Bienestar emocional.

Además, en todas las personas mayores se debe evaluar el riesgo de caídas, estado vacunal (incluida vacunación contra la COVID-19) y promoción de autocuidado.

Soledad Justo Gil. Área de Prevención del Ministerio de Sanidad. Grupo educación sanitaria y promoción de la salud del PAPPS.


 Os recordamos la Herramienta VALINTAN

Valoración de la SALUD Global de la persona mayor con la nueva herramienta VALINTAN


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