lunes, 13 de noviembre de 2023

Tensión arterial y alcohol. Día Mundial sin alcohol 15 noviembre 2023

 

Los niveles habituales de Presión Arterial PA están influenciados por factores genéticos, ambientales y especialmente el estilo de vida, como la composición de la dieta, el peso corporal, la actividad física y el consumo de alcohol. Muchos estudios vinculan el consumo de alcohol con el nivel de PA, aunque no teníamos claros como influían los distintos niveles de consumo y los detalles de esta relación son incompletos, particularmente en lo que respecta a la asociación con niveles bajos de consumo de alcohol, no existiendo metaanálisis disponibles para estudios de cohortes no experimentales.

En el abordaje de los pacientes con tensión arterial elevada o hipertensión en la consulta, el  cribado e intervención sobre el consumo de alcohol no se hace, en muchas ocasiones, de forma sistemática.

Un estudio reciente publicado en la revista Hypertension (Alcohol Intake and Blood Pressure Levels: A Dose-Response Meta-Analysis of Nonexperimental Cohort Studies) ha analizado la relación entre presión arterial y consumo de alcohol en 19.548 participantes durante una mediana de seguimiento de 5,3 años.



Los resultados muestran una asociación positiva esencialmente lineal entre la ingesta de alcohol al inicio del estudio y los cambios en la presión arterial sistólica y diastólica a lo largo del tiempo, sin indicios de un efecto de umbral de exposición. La presión arterial sistólica media fue 1,25 y 4,90 mm Hg más alta si había un consumo diario de alcohol de 12 o 48 gramos frente a no consumo, mientras que las diferencias correspondientes para la presión arterial diastólica fueron de 1,14 y 3,10 mm Hg. El análisis de la población estratificada por sexo confirmó la asociación casi lineal entre el consumo de alcohol y la presión arterial, pero más pronunciada en los hombres que en las mujeres. Además, en las mujeres la presión arterial diastólica no se asoció directamente con el consumo de alcohol y mostró un patrón en forma de U invertida.

Los autores concluyen que los datos sugieren que la asociación entre el consumo de alcohol y la PAS es directa y lineal sin evidencia de un umbral para la asociación, mientras que para la PAD la asociación se modifica según el sexo.

Y todo esto ¿Cómo puede afectar a mi practica clínica diaria?

Si sabemos que:

  1. El consumo de alcohol debe considerarse un factor de riesgo para el desarrollo de presión arterial sistólica elevada.
  2. Que una ingesta diaria de alcohol de 12 g/día se asoció a una diferencia media correspondiente en la presión arterial sistólica de 1,25 mm Hg en comparación con los no bebedores.
  3. Y que pequeñas reducciones de la PA, que pueden lograrse mediante cambios en el estilo de vida como una reducción en el consumo de alcohol, pueden prevenir la hipertensión y es probable que prevengan eventos cardiovasculares. Por ejemplo, en los pacientes del ensayo de intervención de factores de riesgo múltiples (MRFIT), un PAS promedio que era inferior en 2 mm Hg se asoció con una menor mortalidad anual por accidente cerebrovascular, enfermedad coronaria y todas las causas del 6%, 4% y 3%. %, respectivamente. Además, un nivel de presión arterial sistólica < 1 mm Hg se asoció a 13,5 y 9,0 eventos de cardiopatía coronaria menos por 100.000 personas-año en sujetos afroamericanos y blancos, respectivamente.
1,2 y 3......Tenemos razones suficientes para cribar el consumo de alcohol y aconsejar su abandono y/o reducción en nuestros pacientes, y más en pacientes con hipertensión arterial.
Paco Camarelles

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