Con
el título “¿Qué está causando la crisis de obesidad en Occidente?”
la BBC informa, en su página web, de la
emisión de una serie, “The man who made us fat”
en la que se analiza el porqué del incremento del peso en la población británica en los últimos 50
años: unos 19 kilos de media.
Centrándose
en dos temas, el aumento del tamaño de
las raciones y el incremento de la presencia de azúcar y grasa en los alimentos
procesados, profundiza en ideas señaladas en otros documentales como “Super size me”
ó “Tenedores frente a cuchillos” “Forks over knives”. Materiales audiovisuales que utilizo en los talleres sobre alimentación
saludable que estoy desarrollando y en los que envío a los participantes las
presentaciones vía e-mail con los enlaces
a documentación, como esta serie a la que hago referencia.
Jacques
Peretti, periodista y presentador de este documental, resume las claves de los
tres episodios en el artículo “why our food is making us fat” publicado en The
Guardian.
Peretti
pone sobre la mesa un tema controvertido: no es la falta de ejercicio físico la
causa de la epidemia de obesidad en la infancia, sino el aumento del tamaño de
las raciones en los alimentos procesados y su alta densidad calórica. La industria alimentaria sitúa al consumidor como
responsable de su aumento de peso por la falta de ejercicio, pero el nivel de
actividad física ha permanecido más o menos estable en las últimas décadas. Los autores plantean si no se escudan en el
individuo para evitar la responsabilidad empresarial o gubernamental, del mismo
modo que la industria tabaquera ha venido haciendo con las medidas de
regulación del consumo del tabaco. Los grandes excedentes de maíz en EEUU hizo que la industria alimentaria fabricara grandes cantidades de jarabe de maíz con gran contenido en azucares que se ha utilizado profusamente en muchos alimentos y bebidas, achacando a esta decisión una parte importante de la responsabilidad en el aumento de la obesidad .
Definir
las líneas maestras sobre las que articular la promoción de una alimentación
saludable puede ser complejo. Ahora bien, si analizamos las estrategias de las
que hemos hablado en los años de andadura de este blog, podemos ver que estas
líneas pasan por la difusión
de los patrones de la dieta mediterránea ,
el ajuste de las raciones y
la limitación del consumo de azúcares, grasas y sales, muy presentes en la mayoría
de los alimentos procesados.
Tras
5 años desarrollando talleres para el fomento de una alimentación saludable, este
tipo de material audiovisual me resulta realmente útil y permite exponer a
debate los cambios que estamos experimentando en esta materia.
Juana
María Gómez Puente
Enfermera
Grupo de Educación Sanitaria Y Promoción de la Salud del PAPPS
1 comentario:
La obesidad no tiene un único origen. La selección natural ha actuado durante miles y miles de años dando la oportunidad de la reproducción a los individuos más adaptados a acumular grasa y a consumir poca energía. El fácil acceso a una alimentación más densamente energética/ calórica (excesiva en grasas y azúcares) junto a una profunda modificación en los hábitos de "movimiento" (caminar menos, ocio y juegos más estáticos,...) hace que la ventaja evolutiva se nos haya vuelto en contra.
Las condiciones ambientales hoy en día no son las mismas.
Atribuir la causa principal del origen del problema a la industria alimentaria me parece un error. No creo que sea comparable el acceso a los alimentos "poco saludables si se abusa de ellos" con el tabaco. El humo del tabaco es un tóxico de per se, la comida no lo es.
No me considero un neo-liberalista de la salud.
Cuando hablo de educar la salud suelo poner la comparación del proceso educativo de los niños: un niño al que sobreprotegemos probablemente será un adolescente déspota e inseguro, que en su edad adulta, cuando tenga que ser autosuficiente, tendrá más problemas de los necesarios.
A la población no hay que sobreprotegerla, hay que darle herramientas útiles para gestionar su salud y capacitarlos para que las usen. Y tiene que saber qué produce enfermedad y las consecuencias de la enfermedad en su calidad de vida. Usando su lenguaje y asegurándonos que le llega el mensaje. Esa es la lucha de los que promocionamos la salud.
Sí creo adecuado establecer políticas educativas y de regulación de los alimentos que primen las dietas más saludable y no faciliten las conductas alimentarias menos saludables.
De la misma manera hay que incentivar las conductas de actividad física más saludables y no facilitar las sedentarias.
Salut!
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