El
31 de mayo de 2014 se celebra, como cada año, el Día Mundial Sin Tabaco de la Organización Mundial de la Salud OMS, que ha elegido en esta ocasión el lema “Subir los
impuestos al tabaco”. Los objetivos específicos de la campaña OMS de 2014 son
que los gobiernos aumenten los
impuestos sobre el tabaco hasta niveles que reduzcan su consumo, y que las
personas y las organizaciones de la sociedad civil alienten a sus gobiernos a
aumentar los impuestos sobre el tabaco.
Sabemos
que el aumento del precio del tabaco tiene impacto en todas las dimensiones de su consumo como el número de fumadores que fuman, la cantidad consumida por los
fumadores, la iniciación y el cese. Dicho impacto varía entre grupos de población,
siendo mayor entre los jóvenes. Esto es especialmente importante en nuestro
país ya que tenemos un porcentaje de jóvenes que fuman más alto que el de los
países de nuestro entorno. Por otra parte, aumentar el precio del tabaco puede
salvar vidas, ya que con un aumento de precios del 5% se podrían
conseguir cerca más de 93000 abandonos y una reducción de más de 3000 muertes a
lo largo de los próximos 20 años en España (INFORME CNPT La Fiscalidad del Tabaco y la Salud).
El
tabaco también afecta a la desigualdad social. Según un informe reciente de la OMS Europa, el consumo de tabaco es uno
de los principales contribuyentes a las desigualdades de salud en Europa.
Aumentar los impuestos del tabaco es una de las políticas que recomienda el
informe por su impacto en grupos sociales menos favorecidos. La recomendación
es que el aumento debe ir unido a financiación de fármacos y ayuda para dejar
de fumar, con especial foco en grupos sociales con menos recursos. Curiosamente
la fiscalidad del tabaco en España es una de las más bajas de Europa y la
desigualdad social está creciendo.
Tanto
fumadores como no fumadores apoyan el aumento del precio del tabaco, sobre todo
si saben que el dinero recaudado se va a destinar a la mejora de la salud,
según una reciente encuesta publicada en la prestigiosa revista Tobacco Control.
Por otra parte, en el Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS,
firmado por nuestro país, se alienta a los países a aplicar políticas
relacionadas con los precios y los impuestos a los productos de tabaco con el
fin de reducir su consumo. Asimismo, se considera que el incremento de los
impuestos especiales sobre el tabaco es la medida de control del tabaco más coste-efectiva.
En el Informe sobre la salud en el mundo 2010 se indica que un aumento del 50%
en los impuestos al consumo del tabaco generaría algo más de 1400 millones de
dólares de fondos adicionales en 22 países de ingresos bajos. Si dichos fondos
se destinasen a la salud, el gasto sanitario estatal de esos países podría
aumentar hasta en un 50%.
Todas
estas razones hacen que desde el comité Nacional de Prevención del Tabaquismo
CNPT y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria semFYC
alentemos a nuestro gobierno a aumentar
los impuestos sobre el tabaco hasta estrechar el diferencial de precios de los
cigarrillos con respecto a los países de nuestro entorno. Este aumento de los impuestos tendría que ser
significativo y frecuente para que tenga un efecto descendente en el consumo de
tabaco. Por último, los impuestos recaudados por la venta de tabaco deberían
emplearse en la mejora de la salud, incluyendo políticas de prevención y
control del tabaquismo y ayuda al fumador que quiera dejar de fumar. No hay
duda alguna que más impuestos sobre el tabaco pueden equivaler a más salud para
los fumadores y para todos.
Francisco
Camarelles Guillem y Rodrigo Córdoba García.. Miembros del CNPT y del. Grupo de Educación Sanitaria Y Promoción de la salud de semFYC.
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