Como ya
comentamos en la entrada anterior del blog, se acaban de publicar las Nuevas recomendaciones de actividad física y sedentarismo de la OMS 2020. Y ya las tenemos disponibles en español, y en la pagina web de la OMS.
Los mensajes principales están claros
Además, la
revista BJSM ha publicado tres editoriales sobre la nueva guía
Putting physical activity in the ‘must-do’ list of the global agenda. Nos dicen que las guías basadas en la evidencia
son más que pautas y consejos, sirven a una multitud de funciones distintas
pero interrelacionadas. Primero, las directrices representan un consenso de
científicos sobre el conocimiento actual siguiendo un proceso transparente de elaboración,
y sirven como referencia para las políticas de salud nacional; las lagunas en
el conocimiento se identifican y proporcionan líneas para futuras
investigaciones. Las recomendaciones son la base para desarrollar campañas
nacionales de comunicación y mensajes básicos de salud destinados a aumentar la
concienciación entre públicos diversos, inspirando más actividad física en la comunidad
y llevando a una mejor prescripción de actividad física por parte de los profesionales
sanitarios. Recomendar cantidades semanales y frecuencia de actividad física
proporciona un criterio para el seguimiento nacional y mundial de los sistemas
de vigilancia que evalúan las políticas para la promoción de la actividad
física en la población.
Making the case for ‘physical activity security’: the2020 WHO guidelines on physical activity and sedentary behaviour from a GlobalSouth perspective. Sobre los problemas para implementar la guía de
la OMS en países en vía de desarrollo con sus problemas de movilidad, falta de
recursos y urbanización acelerada.
New global physical activity guidelines for a more active and healthier world: the WHO Regional Offices perspective. Sobre
la necesidad de adaptar a nivel nacional las guías, y sobre que las
recomendaciones específicas de actividad física pueden ayudar a los profesionales
de la salud a evaluar la actividad física y el comportamiento sedentario como
signo vital; y brindar asesoramiento hacia un estilo de vida más activo
físicamente para sus pacientes en la atención primaria. La
promoción de la AF requiere acción multisectorial y colaboración y asociación
integradas más allá del sector salud para llegar a aquellos que son menos activos
físicamente como mujeres, adultos mayores y poblaciones urbanas. El desafío es
coordinar leyes, políticas e implementación en los países para lograr un
aumento general en los niveles de AF en la población.
Finalmente, los autores de la guía nos explican su elaboración y sus recomendaciones en el artículo
World Health Organization 2020 guidelines on physical activity and sedentary behaviour
Monserrat Romaguera, Jose Ignacio Ramirez y Paco Camarelles
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