La
temporada navideña se asocia con daños prevenibles que vienen de las tarjetas
navideñas, las decoraciones de árboles y los regalos, así como del atracón de
alimentos y bebidas alcohólicas. En una balanza de beneficios y daños, la
Navidad puede no ser rentable. En la reciente reseña del BMJ Feature Christmas 2020: Harms and the Xmas factor, nos hablan sobre ello. Tras hacer una búsqueda
bibliográfica de estudios sobre la Navidad (Christmas), que excluye la
enfermedad de Christmas (hemofilia B) y a autores con este apellido o de nombre Noel, los autores
concluyen que la Navidad produce más daños que beneficios para la salud. Los daños están bien documentados en los estudios publicados.
El primer
caso de daño descrito fue en 1876 en el que un joven pintó sus tarjetas de felicitación
de Navidad de un color verde brillante y se intoxicó con arsénico (la pintura
era verde de Scheele, arsenita de hidrógeno de cobre). Luego se han descrito
daños por caídas en casa o al aire libre mientras se engalana la casa con luces
navideñas. Y aspiraciones bronquiales en niños de elementos decorativos del árbol
de navidad que han requerido extracción endoscópica o quirúrgica.
Los árboles
de Navidad pueden producir dermatitis de contacto, y sus agujas pueden penetrar
en el árbol bronquial, causando dificultades respiratorias. Las ramas pueden
meterse en el ojo, causando abrasión corneal, aunque no son causa directa de la
catarata que lleva el nombre de "árbol de Navidad". Es costumbre
encender velas en los árboles de Navidad en Suiza y las quemaduras son, por lo
tanto, comunes, al menos en Berna.
Los
regalos de Navidad también pueden ser peligrosos. Un hámster para mascotas,
adquirido como regalo de Navidad, propagó el virus de la coriomeningitis
linfocítica en un brote que afectó a 57 personas en el estado de Nueva York.
Y aquellos
que recibieron regalos de Navidad de tambores de bongo haitianos con bacilos de
ántrax en sus pieles de cabra, no lo pasaron muy bien.
Con
respecto a una alimentación saludable y el control del peso corporal, todos
somos conscientes que la Navidad es tiempo de aumento de peso y aumento de las
concentraciones de colesterol sérico. Las comidas hipercalóricas están a la orden del día. Además de problemas de seguridad
alimentaria como el descrito de las "Bolas de chocolate envueltas en
Navidad" que una vez condujo a un brote de Enteritis de Salmonella
eastbourne.
Para
finalizar hay que tener en cuenta dos cosas. Beber demasiado alcohol puede
provocar fibrilación auricular, el "síndrome del corazón de
vacaciones". De los casos descritos originalmente, el 22% ocurrieron entre
Nochebuena y Año Nuevo. Y la actividad física puede ser peligrosa ya que, en
Australia, la Navidad trae un aumento de las lesiones catastróficas del esquí
acuático.
Los autores
nos dicen que la rentabilidad no lo es todo. “La mayoría de nuestras fuentes
son anecdóticas, y no encontramos evidencia sólida de efectos adversos
generalizados. Así que les dejaremos que ustedes decidan si los beneficios de
la Navidad superan sus daños. Conclusión: Manténgase a salvo, mantenga la
calma, continúe y disfrute de una muy Feliz Navidad!".
Y como
no nos olvidamos del COVID os dejamos enlaces para una Navidad segura sin
SARSCOVID2 con consejos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de USA, Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades, Ministerio de Sanidad de España, y la Comisión Europea.
Felices Fiestas
Paco Camarelles
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