El informe
Mundial sobre las Drogas 2021 ofrece una visión global de la oferta y la demanda
de opiáceos, cocaína, cannabis, estimulantes tipo anfetamínico y nuevas
sustancias psicoactivas, así como su impacto en salud, teniendo en cuenta los
posibles efectos de la pandemia COVID-19.
Entre
sus objetivos se encuentran fomentar una mayor cooperación internacional para contrarrestar
el impacto del problema de las drogas en la salud y anticipar y abordar los
desafíos que pueden surgir.
Alrededor
de 275 millones de personas consumieron drogas en todo el mundo en el último
año y más de 36 millones de personas sufren trastornos por consumo de drogas,
según los datos del Informe Mundial sobre Drogas 2021 publicado el 24 de junio
de 2021 por United Nations
Office on Drugs and Crime (UNODC).
El
informe señala que la percepción del consumo de cannabis como droga dañina para
la salud ha disminuido hasta en un 40 % y en encuestas a profesionales de la
salud en 77 países, el 42 % afirmó que el consumo de cannabis había aumentado
durante la pandemia. En una entrada previa en el blog de 2020, ya se planteaba
el cribado
del uso de drogas ilegales.
El
director ejecutivo Ghada Waly señala que esta menor percepción de los riesgos
del consumo de drogas se ha relacionado con tasas más altas de consumo, por lo
que es necesario disminuir la brecha entre la percepción y la realidad con
programas de educación a la población más joven.
Destaca
la importancia de fortalecer la base de evidencia científica y aumentar la
conciencia pública para que la comunidad, los gobiernos, la sociedad, las
familias y los jóvenes puedan tomar decisiones informadas, así como mejorar los
esfuerzos para prevenir y tratar el consumo de drogas.
Las
últimas estimaciones a nivel mundial reflejan que alrededor del 5,5 % de la
población entre 15 y 64 años ha consumido drogas al menos una vez en el último
año y el 13% del número total de las personas que consumen drogas sufre de
trastorno por consumo de drogas.
La
pandemia COVID-19 ha impulsado la innovación y la adaptación en los servicios
de prevención y tratamiento. Se han ampliado servicios de telemedicina, lo que
para los consumidores de drogas pueden acceder a un asesoramiento o evaluación
inicial por teléfono y utilizar sistemas electrónicos para seguimiento y
supervisión de tratamientos. Por otra parte, el impacto social de la pandemia,
impulsa un aumento de la desigualdad, de la pobreza y de las condiciones de la
salud mental, factores que podrían estar relacionados con un aumento del
consumo de drogas.
Maria del Campo Giménez
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