Para finalizar la VII Semana del Autocuidado PAPPS semFYC os compartimos las tres últimas infografías que hemos elaborado sobre movilidad activa, cuidado de la salud respiratoria y cuidado emocional.
La
actividad física ofrece innumerables beneficios, como mejorar la salud
cardiovascular, el estado de ánimo, la autoestima, el control del peso y la
calidad del sueño. Además, promover la movilidad activa, como caminar, andar en
bicicleta o utilizar medios de transporte no motorizados, contribuye a la salud
individual y al medio ambiente. Los desplazamientos activos reducen la
contaminación y el estrés, disminuyen la congestión del tráfico y ayudan a
mitigar el cambio climático. Consejos prácticos para fomentar la movilidad
activa:
- Priorizar caminar o andar en bicicleta en lugar de utilizar vehículos motorizados.
- Estacionar a cierta distancia y caminar cuando sea necesario utilizar un automóvil.
- Bajar del transporte público antes de llegar al destino y caminar una corta distancia.
- Optar por las escaleras en lugar del ascensor, incluso si es solo parcialmente.
Puedes descargarte la infografía completa con todos estos consejos y recomendaciones aquí.
Cuidar la salud respiratoria es fundamental para mantener un estilo de vida saludable y prevenir enfermedades respiratorias. Aquí tienes algunas pautas y consejos para cuidar tu salud respiratoria:
- No fumes. El tabaco es uno de los principales factores de riesgo para enfermedades respiratorias, como el cáncer de pulmón y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Si eres fumador, considera buscar ayuda para dejar de fumar. Además, fumar es una amenaza para el medio ambiente, contribuyendo al cambio climático, reduciendo la resiliencia ante este cambio y desperdiciando recursos.
- No vapees. El consumo de cigarrillo electrónico es claramente perjudicial para la salud, aumentan el riesgo de generar dependencia a la nicotina si la contiene, y constituyen una amenaza ambiental considerable por la gran cantidad de nicotina residual contaminante y por ser basura electrónica contaminada.
- Evita la exposición al humo de segunda mano. El humo de segunda mano también puede ser perjudicial para los pulmones. Evita estar en lugares donde se fuma y protege a tus seres queridos de la exposición al humo.
- Evita la exposición a la contaminación del aire. La contaminación del aire exterior e interior puede afectar negativamente la salud respiratoria. Intenta evitar la exposición a la contaminación del aire, como el humo de los automóviles y la calefacción de leña, y utiliza purificadores de aire si es necesario.
- Practica una buena higiene respiratoria. Al toser o estornudar, cúbrete la boca y la nariz con un pañuelo o el codo para evitar la propagación de gérmenes. Lávate las manos con frecuencia para prevenir infecciones respiratorias.
- Mantén un peso saludable. El sobrepeso y la obesidad pueden dificultar la respiración y aumentar el riesgo de apnea del sueño y otros trastornos respiratorios. Mantén un peso corporal saludable a través de una dieta equilibrada y ejercicio regular.
- Haz ejercicio regularmente. El ejercicio físico mejora la capacidad pulmonar y fortalece los músculos respiratorios. Intenta realizar actividad física de forma regular para mantener tus pulmones en buen estado.
- Mantén tu entorno limpio. Evita la exposición a alérgenos como el polen, el polvo y los ácaros del polvo. Usa purificadores de aire y limpia regularmente tu hogar para reducir la exposición a estos alérgenos.
- Vacúnate. Las vacunas pueden prevenir enfermedades respiratorias graves, como la gripe y la neumonía. Consulta a tu médico acerca de las vacunas recomendadas para ti.
Desde
el Grupo de estilos de vida del PAPPS y del Grupo de Trabajo de Salud Basada en
Emociones de semFYC, basándonos en la evidencia científica actual proponemos
estas recomendaciones a pacientes y profesionales. Ver noticia semfYC con bibliografía.
- Elige alimentos saludables y evita los procesados, así se favorecerá un estado mental y conductual beneficioso debido a que nuestro microbiota intestinal (bacterias que dependen en gran parte de lo que comemos) influye en la función cerebral y el comportamiento.
- Muévete. Realiza actividad física (mínimo 150 minutos semanales, pero mejor cualquier actividad que nada) aérobica, de fuerza, pilates, yoga…¡Baila!¡Mueve el cuerpo! Con ello segregamos endorfinas, dopamina y serotonina que se asocian a emociones placenteras.
- Descansa, cuida el sueño. El insomnio crónico influye negativamente en la calidad de vida.
- Pregúntate a menudo ¿Qué necesitas? Hazte esta pregunta y, si es posible, ofrécete aquello que necesites cuando no sepas cómo salir de una emoción desagradable.
- Escucha música. La música es un gran catalizador emocional al permitir que afloren nuestras emociones favoreciendo nuestro autoconocimiento y el de los demás porque al escuchar una obra musical podemos identificar nuestras emociones, etiquetarlas y regularlas. Además, la música puede favorecer nuestra salud al liberar endorfinas que nos proporcionen bienestar y relax, o adrenalina que nos incite a movernos o expresar nuestras tensiones.
- Asegura momentos de desconexión y espacio de ocio diarios o semanales, planifícalos, agéndalos. Los momentos de ocio mejoran nuestro estado de ánimo, fortalecen la motivación personal y nos hacen menos vulnerables al estrés.
- Cuida y comparte tiempo con tus relaciones sociales. Las personas con más vínculos sociales con la familia, amigos y la comunidad son más felices, más sanos y viven más. La calidad de las relaciones, sentir que podemos contar con alguien, protege nuestro cuerpo y mente.
- Pon tu atención en la tarea que estés realizando. De esta forma se reducen tus pensamientos negativos por lo que mejora el estrés y la satisfacción vital. Practicar la meditación puede servirte de entrenamiento.
- Elabora un diario de gratitud. Cada día nos pasan cosas buenas. Dirigir tu atención a ellas, valorarlas y agradecer te aportará calma y equilibrio. Algunos estudios han relacionado las prácticas de gratitud con cambios en las regiones de la corteza cerebral asociadas a la recompensa ó en la corteza prefrontal ventromedial relacionada con el altruismo.
- Pide ayuda cuando lo necesites, a familiares, a amigos/as o a profesionales. Expresa cómo te sientes, deja espacio a la vulnerabilidad ¡No estás sol@!
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