Hay
muchas referencias en nuestra cultura popular, en refranes o canciones, a la
ingesta de alcohol para superar las dificultades y avatares de la vida, sin
embargo hasta ahora no se había estudiado cientificamente este aspecto del consumo de alcohol. La
relación entre la ingesta de alcohol y las dificultades emocionales es un tema
complejo, ¿Qué viene primero el estado de ánimo depresivo o la ingesta de
alcohol? El alcohol es una sustancia que deprime el estado de ánimo, y al mismo
tiempo podría ser que las personas deprimidas utilicen el alcohol para calmar
su angustia, como una forma de auto medicación, con el peligro de caer en la
adicción.
Dos
nuevos estudios publicados recientemente en JAMA Psychiatry analizan la
relación entre el estado de ánimo y la ingesta de alcohol, con la intención de
predecir quien puede desarrollar una adicción al alcohol y que personas
dependientes al alcohol son más proclives a recaer.
El
primer estudio, analiza mediante scanner la actividad cerebral en pacientes
dependientes al alcohol que estaban ingresados para tratar su dependencia. Los
investigadores encontraron diferencias en la activación de ciertas áreas
cerebrales que regulan el estado de ánimo, ante estímulos estresantes, entre
dependientes al alcohol que sufrieron recaídas y personas sin dependencia
alcohólica o dependientes sin recaídas.
En
el otro estudio los investigadores preguntaron a consumidores de riesgo de
alcohol si bebían para mejorar su estado de ánimo o para relajarse. A los
cuatro años se analizó que personas habían desarrollado dependencia al alcohol
y cuáles no. Aquellos que bebían para aliviar su estado de ánimo tuvieron tres
veces más riesgo de desarrollar dependencia que los que no lo hacían o utilizan
el alcohol para aumentar el estado de ánimo. Además aquellos dependientes que utilizaban el
alcohol como "calmante" tuvieron más riesgo de recaída. Un dato que
resulta interesante: la fracción poblacional atribuible para desarrollar
dependencia fue del 11,9 % para desarrollo de dependencia y del 30,6& para
recaída en la dependencia.
A
nivel práctico en la consulta diaria de un médico de familia o una enfermera
poco nos pueden aportar estos estudios al manejo de pacientes con consumo de
riesgo o dependencia al alcohol. Sí que nos ilustran, sin duda alguna, de la complejidad
de estas adicciones en las que se mezclan componentes biológicos, sicológicos y
culturales.
No
dejéis de ver el vídeo que os adjunto con la intención de que nunca bebáis
alcohol para olvidar vuestras penas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario