lunes, 17 de abril de 2017

Salud mental y tabaco, una relación mortal y descuidada


A mi paciente Caridad de 54 años no la mató su esquizofrenia sino el consumo de tabaco que le produjo la cardiopatía isquémica y sus problemas respiratorios. Las personas con problemas de salud mental mueren en promedio 10-20 años antes que la población general, y fumar es el factor más importante en esta impactante diferencia. Hay que tener en cuenta que alrededor de un tercio del consumo de tabaco en adultos es por personas con problemas de salud mental, con tasas de consumo de tabaco más del doble que la de la población general. No hay que olvidar que más del 60% de las personas que tienen un diagnóstico de esquizofrenia fuman tabaco; casi el 60% de las personas que experimentan un primer episodio de psicosis son fumadores; y el consumo de tabaco está relacionado con peor evolución y mayor gravedad para las personas con trastorno bipolar.
Es hora de cambiar la idea de que el consumo de tabaco entre las personas con problemas de salud mental es inevitable o intratable: no lo es. Las personas con problemas de salud mental son tan proclives como otros fumadores a querer dejar de fumar, pero debido a que suelen presentar mayor adicción al tabaco, necesitan en general  más apoyo para  conseguirlo. Apoyo que actualmente carecen en muchas ocasiones. Mi paciente Ramón, también con esquizofrenia, ha conseguido dejar de fumar hace tres meses y  su abandono no ha sido especialmente dificultoso. Los pacientes con problemas de salud mental también son capaces de dejar de fumar.  

En Escocia se están estableciendo medidas necesarias para que las tasas de tabaquismo caigan en esta población. El primer paso ha sido la publicación en junio 2015 del documento de la organización Action on Smoking and Health (ASH) Smoking and mental health: a neglected epidemic. El documento, además de las ideas reflejadas anteriormente, nos da algunas claves más a tener en cuenta:
  •  Hay un vínculo entre el tabaquismo y la salud mental; el tabaquismo y la salud mental y física;  y el tabaquismo, la salud mental, problemas económicos y la pobreza.
  • La interferencia del tabaco con los fármacos psicotrópicos, aumenta el coste económico de los tratamientos para los problemas mentales.
  • Hay evidencia consistente de que dejar de fumar está asociado con mejoras en la depresión, la ansiedad, el estrés, la calidad de vida, y el afecto positivo en comparación con seguir fumando.
Tanto en Escocia como en Cataluña se han puesto en marcha interesantes iniciativas para abordar el problema de la salud mental y el tabaco desde los servicios especializados de salud mental. El proyecto escoces IMPACT Let's talk about smoking es un ejemplo de ello. Ver la Guía IMPACT.  Al igual que la iniciativa de la Red Catalana de Hospitales sin Humo que ha aumentado la sensibilización de los profesionales, la formación de profesionales en intervención para dejar de fumar y el cumplimiento de la prohibición de fumar en las salas de ingreso. El Grupo ha elaborado y difundido materiales como guías de práctica clínica y de buenas prácticas, ha implementado programas para dejar de fumar, y ha organizado jornadas y sesiones formativas sobre intervención en tabaquismo en personas con trastornos mentales. Ver el artículo publicado en Gaceta Sanitaria "Desmontando mitos, construyendo alianzas: un modelo en red para mejorar el control del tabaquismo en el ámbito de la salud mental hospitalaria".
Es necesario que desde la Atención Primaria asumamos mayor responsabilidad e implicación en este tema, que pasa con una buena coordinación con lo servicios de salud mental. No podemos seguir descuidando la relación mortal entre salud mental y consumo de tabaco como ya comentamos en una anterior entrada en el blog Tabaco y salud mental .
Paco Camarelles

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