jueves, 11 de mayo de 2023

Nuevos fármacos financiados para la deshabituación del tabaco

 

Ha sido noticia recientemente que el fármaco citisina ya dispone de financiación por parte del Ministerio de Sanidad. La noticia sobre su financiación está provocando un aumento significativo de las demandas de ayuda para dejar de fumar en nuestras consultas de medicina de familia y está acaparando la atención mediática. En la editorial de la revista Atencion Primaria “Nuevos fármacos financiados para la deshabituación del tabaco”, queremos señalar la importancia de intervenir sobre el consumo de tabaco en las consultas del médico de familia, qué lugar tienen los fármacos en la deshabituación tabáquica y la justificación de su financiación, qué puede aportar la citisina, y reflexionar sobre la oportunidad de intervenir sobre el consumo de tabaco de nuestros pacientes.


Si usamos fármacos como la terapia sustitutiva con nicotina (TSN), bupropión, vareniclina o citisina podemos multiplicar hasta por 2,5 los resultados obtenidos en el abandono del tabaco al usar placebo. Para las terapias farmacológicas, se ha estimado que una persona dejará de fumar con éxito (logrará una abstinencia de 6 meses) por cada 6 a 23 personas tratadas. Dejar de fumar es una estrategia preventiva muy eficaz y, por lo tanto, merece ser una prioridad por parte de los médicos y los responsables políticos. Esta comparación se puede demostrar mediante los números necesarios a tratar (NNT) para lograr un efecto de intervención. Cuando se trata del tratamiento de la dependencia del tabaco, el NNT para lograr que una persona deje de fumar a largo plazo es bajo. Para obtener un abandono del consumo de tabaco a largo plazo mediante el uso de un consejo breve (< 5 min), el NNT es 40. El NNT para lograr la abstinencia se puede traducir a NNT para prevenir una muerte prematura si tenemos en cuenta que de cada 2 fumadores que no dejan de fumar a largo plazo, uno moriría por una enfermedad relacionada con el tabaquismo. Esta cifra es muy baja en comparación con otras intervenciones.


La financiación de la citisina es una oportunidad para fomentar el abandono del tabaco, pero no hay que olvidar la necesidad de implementar un abordaje cognitivo conductual para incrementar la tasa de cesación y mejorar la calidad y expectativa de vida. Y, desde luego, avanzar más en otras medidas de prevención y control del tabaquismo. El Plan integral de prevención del tabaco no puede esperar más. 

Paco Camarelles Y Rodrigo Córdoba. 


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