jueves, 29 de marzo de 2012

Consejos para comunicarse bien con los pacientes

La manera en que un profesional sanitario transmite la información a un paciente es tan importante como la información que se comunica. Los pacientes que entienden la información proporcionada son más propensos a reconocer sus problemas de salud, a entender sus opciones de tratamiento, a modificar su comportamiento, y  adherirse  a los tratamientos.  En el campo de la prevención y promoción de la salud, y del cambio de estilos de vida no saludables, una buena técnica de comunicación nos puede ser de gran ayuda.

Una interesante y reciente entrada en el blog KevinMD.com reflexiona sobre la mejor forma de comunicarse en la consulta. Para comunicar bien los profesionales sanitarios debemos ser competentes en cinco habilidades de comunicación clave:
1.    Escuchar con eficacia.
2.    Obtener la información adecuada.
3.    Proporcionar información a través de explicaciones.
4.    Asesorar e instruir a los pacientes.
5.   Tomar decisiones compartidas, teniendo en cuenta la información y las preferencias del paciente.


Además los profesionales sanitarios debemos ser activos en la educación sanitaria de nuestros pacientes, y corresponsables de su salud futura. La mejor forma e hacerlo es:
·         Evaluar lo que el paciente ya sabe. Antes de proporcionar información, averiguar lo que un paciente ya sabe acerca de su problema de salud, evitando ideas preconcebidas.

·         Evaluar lo que el paciente quiere saber. Los requerimientos y necesidades de información varían según el paciente que tenemos delante, y no hay que olvidar el verificar que la información proporcionada ha sido realmente comprendida. Una señal de que la información ha sido entendida es el tipo de preguntas que nos hace el paciente, si detectamos confusión es aconsejable volver al principio.

·         Ser empático. La empatía es una habilidad básica que los profesionales sanitarios debemos desarrollar para  ayudar a reconocer y explorar las emociones de los pacientes, sin minimizar o ignorar sus sentimientos Tratamos con personas y las consecuencias para ellos de la enfermedad son más importantes que los resultados clínicos. La satisfacción del paciente es probable que esté en relación con la empatía de los profesionales por los que son atendidos.

·         Tomarse el tiempo adecuado y no precipitarse. Debemos proporcionar información de una manera lenta y deliberada, y permitir el tiempo necesario para que los pacientes comprendan la nueva información. Puede ayudar el incluir pausas frecuentes y reforzar el silencio con un lenguaje corporal apropiado, dando tiempo a que nos formulen preguntas. En casos de crisis y de tensión emocional hay que tomarse más tiempo y dejar llorar en la consulta.

·         Hacerlo simple. Mejor dar explicaciones cortas, sencillas y claras, promoviendo el diálogo. Tener cuidado con la jerga medica, adaptando las explicaciones al nivel cultural del paciente.

·         Decir la verdad. Tener cuidado con los eufemismos que pueden dar lugar a confusión.

·         Transmitir esperanza cuando sea necesario al paciente y a su familia.

·         Mirar al paciente a la cara. Para el profesional sanitario y el paciente, las imágenes del lenguaje corporal y las expresiones faciales probablemente serán recordadas por más tiempo que cualquier recuerdo de las palabras habladas. El contacto visual del profesional sanitario se asocia por el paciente al compromiso e interés por parte del mismo.

·         Estar preparado para las distintas reacciones ante las informaciones, que puede ser estoica, de angustia, llanto, negación, ira, desconfianza o culpa.

Evitar obstáculos para la comunicación y aumentar las habilidades básicas de comunicación, pueden ayudar a  fortalecer el vínculo profesional sanitario-paciente, y  hacer más fácil el cambio en los estilos de vida.

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