El consumo de bebidas alcohólicas está muy
arraigado en nuestra cultura y relacionado con nuestras tradiciones y
celebraciones. Sin embargo, este consumo no siempre está exento de riesgos;
depende de la cantidad y la frecuencia, del patrón de consumo, y de
características de la persona como edad, sexo y otras condiciones de salud. Por
eso es importante estar informado y conocer los riesgos para la salud de su
consumo. Hay cuatro aspectos importantes a considerar en el consumo de alcohol:
el alcohol puede dañar la salud de tu paciente pudiendo causar o exacerbar
hasta 60 enfermedades diversas; el consumo de alcohol puede dañar a otros ya que
por ejemplo es un factor determinante de incidentes de violencia de género,
accidentes laborales y de circulación; el alcohol puede dañar a la sociedad ya
que nos cuesta a los europeos un del
1,3% del PIB de la Unión Europea; y es
un factor a considerar en la desigualdad en salud.
En los últimos años estamos asistiendo a la
publicación de numerosos documentos sobre las bondades del consumo de alcohol
(especialmente de cerveza), al que atribuyen propiedades preventivas y
protectoras, e incluso lo incluyen dentro de un estilo de vida saludable. El
consumo de cerveza se promociona para hidratarse, para perder peso e incluso se promociona como
saludable en el embarazo. Por otra parte, periódicamente salen noticias y artículos
contradictorios sobre el papel protector del consumo moderado de alcohol en las
enfermedades cardiovasculares. Es por todo ello que desde el grupo de educación
sanitaria y promoción de la salud del Programa de Actividades Preventivas y
Promoción de la salud PAPPS de semFYC
hemos dado a conocer nuestro posicionamiento sobre el consumo de alcohol .
Nuestro posicionamiento aborda el consumo de
alcohol como problema de salud; la relación entre alcohol, enfermedad, y
mortalidad global; la relación entre alcohol y cáncer; nos posicionamos sobre
el consumo de alcohol y la enfermedad cardiovascular; y reflexionamos sobre cómo debemos los
profesionales sanitarios actuar ante el
consumo de alcohol. Para finalizar destacamos una serie de consideraciones a tener en cuenta.
Consideraciones
sobre el consumo de alcohol.
· La
evidencia científica disponible
sugiere que es necesario recomendar a las personas que superan los
límites de riesgo que reduzcan su consumo.
Por lo tanto los riesgos globales del alcohol se sitúan muy por encima
de sus posibles y ligeros beneficios específicos en determinados segmentos de
la población.
·
No hay un nivel de consumo seguro
para el conjunto de la población. El
nivel de consumo de “bajo riesgo” debería individualizarse.
·
No hay razones para recomendar como
beneficio para la salud para el conjunto de la población el consumo de
bebidas alcohólicas de cualquier graduación. Actuar de esta manera puede
considerarse irresponsable. Estos mensajes pueden ser interpretados de manera muy distinta y
aumentar los riesgos para la salud de algunos colectivos sociales.
· En la mayoría de casos el mensaje no tiene
por qué ser de abstinencia completa siendo suficiente reducir el consumo
hasta niveles de bajo riesgo, aunque siempre debe ofrecerse de manera
individualizada.
· En las siguientes circunstancias debe
desaconsejarse cualquier consumo de alcohol ya que siempre va a ser de
riesgo: embarazo, lactancia, menores
de 18 años, personas con trabajos que requieran concentración, habilidad o
coordinación, conducción, personas con comorbilidades o medicación que puedan
verse afectadas por el consumo de alcohol.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario