Para
una mejor toma de decisiones compartidas (TDC) debemos tener en cuentas dos
cosas: como se aplica por parte de los profesionales sanitarios y cuál es la
actitud de los pacientes ante la toma de decisiones compartidas.
Con
respecto a la actitud de los pacientes ante la toma de decisiones compartidas
se ha publicado recientemente en FML (Revista de medicina de familia y atención primaria) un interesante artículo sobre el tema LA TOMA DE DECISIONES COMPARTIDAS DESDE LA PERSPECTIVA DEL PACIENTE.
Los
autores han realizado un Trabajo Fin de Grado de Medicina en el que
han preguntado a más de 300 pacientes, que acuden al centro de salud, su opinión
sobre la TDC. Concretamente sobre quién debe tomar las decisiones
en la consulta, si el/la médico/a de familia suele tener en cuenta la opinión
del paciente, si el paciente prefiere que su médico/a tuviese en cuenta su
opinión, cuáles podrían ser considerados los motivos más importantes por los
que el/la médico/a no tiene siempre en cuenta su opinión, en qué situaciones y
en qué tipo de patologías permite el profesional opinar a su paciente con mayor
frecuencia, si el paciente percibe que su médico/a le anima a preguntarle las
dudas que le surgen en la consulta, y si el paciente conoce herramientas que le
ayuden a tomar decisiones y, en caso afirmativo, si las utiliza.
Los resultados nos dicen que solo el 39.2% de los pacientes considera que las decisiones se han de tomar de forma conjunta entre médico y paciente (TDC), y el 77% considera que su médico/a suele tener en cuenta su opinión. Al 83.7% le gustaría que su opinión se tuviese en cuenta. El motivo fundamental por el que los pacientes consideran que no siempre se tiene en cuenta su opinión es por su falta de conocimientos como paciente. Los profesionales permiten opinar a sus pacientes en mayor medida en cuanto a las opciones de tratamiento, más en el caso de patologías crónicas, y en función de la gravedad de la enfermedad (más en leves). No se ha analizado específicamente la TDC en actividades preventivas. El 67.3% de los pacientes considera que su médico/a sí suele animarle a preguntar las dudas.
Los
autores concluyen que los pacientes se muestran todavía reticentes a la TDC,
prefiriendo en su mayoría que tome las decisiones relacionadas con su salud
solo el médico. No obstante, la mayor parte sí percibe que el/la médico/a tenga
en cuenta su opinión y le anime a participar en la consulta. A pesar de ello,
es necesario diseñar más estrategias para lograr involucrar más a los pacientes
en el proceso de toma de decisiones.
El
articulo refleja que son escasos los estudios basados en la toma de decisiones
compartidas entre profesional y paciente, y menos sobre la perspectiva del
paciente y en el campo de la prevención. La mayoría de los pacientes, tras una consulta concreta, desean poder dar su opinión a la/s propuesta/s de
tratamiento que surgen, sin embargo perciben que sus médicos raramente les
ofrecen estas oportunidades de participación (Las opiniones y percepciones de los pacientes sobre su participación en la toma de decisiones en las consultas de medicina de familia).
La
puesta en práctica de la TDC tiene una importante justificación moral y ética,
basada en el principio de autonomía del paciente. Además de un requisito para
el desarrollo de las guías de práctica clínica según el artículo ¿Cuál es el valor de la perspectiva del paciente en el desarrollo de las guías de práctica clínica? Medscape
Paco Camarelles
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