El consumo de tabaco continúa
matando a millones de personas en todo el mundo cada año, y su uso está
aumentando en algunos países. Esto obliga a buscar nuevas, creativas y
radicales medidas de prevención y
control. Un nuevo artículo recientemente publicado por Simon Chapman (director de la Action on Smoking and Health de Australia) en la
revista Plos Medicine ha abierto el debate de lo que se puede hacer para hacer
frente a esta epidemia.
Estas son las propuestas de Simon
Chapman:
·
Toda persona mayor de 18 años que quiera
fumar debería pagar una licencia anual para hacerlo (tarjeta inteligente para limitar la compra). La cuantía económica de la licencia dependería
de los cigarrillos que se quiera fumar cada día, con un tope máximo de consumo.
·
Al comprar cigarrillos se debería presentar
la licencia y si se han superado los límites no se les podría vender más.
·
Si se decide dejar de fumar se devuelve lo
pagado con intereses.
·
Los que cumplan 18 años, y quieran fumar, deberían
obtener una licencia pasando un examen sobre las consecuencias en la salud de
fumar.
Simon
Chpaman desarrolla en su artículo una estrategia muy detallada y estudiada de
como implementar la medida (justificación, tecnología a usar, costes, renovación de la licencia, pros y contras, incentivos,
potenciales objeciones, y otros).
En las
conclusiones destaca que los países que están implementado medidas eficaces de prevención y control del tabaquismo tienen cifras de prevalencia iguales o
inferiores al 20%, y se prevé que en el medio plazo lleguen al 10%. Actualmente
está empezando el debate de como llegar al punto final de esta epidemia mundial.
Países como Nueva Zelanda han anunciado que su meta es estar libres del tabaco
para el año 2025. En los últimos 30 años muchos países han aplicado leyes de prevención
y control (prohibición de la publicidad, advertencias sanitarias, espacios públicos
libres del humo del tabaco y otras) que previamente parecían inimaginables. Por
otra parte la percepción social del problema hace que en países como Inglaterra
el 45% de la población y un tercio de los fumadores apoyan una prohibición
total de la venta de tabaco.
En
la misma revista Jeff Collin de la Universidad de Edimburgo argumenta contra la
licencia para fumar. Según Collin es absurdo históricamente que un producto tan
peligroso sea tan fácilmente accesible. Aunque da la bienvenida a las estrategias
de punto y final del problema del tabaquismo, considera que hay temas éticos a
considerar, y ve problemas en su implementación. Considera que hay otras formas
menos crudas de afrontar el problema que no sea haciendo un registro de adictos. Además, opina Collin, la propuesta
puede desviar el foco de atención sobre el vector real de la epidemia (la industria del tabaco) ya que si se focaliza
en los individuos podríamos censurar a las víctimas, incrementar la
estigmatización de los fumadores y marginar a los pobres.
Y tú ¿que opinas?
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