Las consecuencias del
consumo de riesgo y nocivo de alcohol son conocidas por los profesionales
sanitarios que trabajamos en el ámbito de la atención primaria. Sin embargo, a
pesar de que muchos de nosotros decimos realizar el cribado de este tipo de
consumo de forma sistemática, los porcentajes de población cribada son bajos y
en general, los pacientes no recuerdan haber sido preguntados al respecto. Dado
que muchos bebedores de riesgo son desconocidos para sus médicos, un abordaje
sistematizado sería recomendable para facilitar su identificación.
Así comienza la Editorial semFYC que acaba de ser publicada en la revista Atención Primaria. Coincide su
publicación con el Día Sin Alcohol que se ha celebrado el 15 de noviembre, y la semana del cribado del programa Beveu Menys.
Actualmente, dentro de las
actividades preventivas que se realizan en atención primaria, la detección del
consumo de alcohol se realiza mediante su cuantificación y diversos test (CAGE,
MALT, AUDIT, FAST…). La falta de sistematización en este tema, hace que muchos
profesionales vean esta actividad como “complicada”, “incómoda” y “poco
prioritaria”. Además, existen patrones de consumo, como el consumo intensivo
ocasional o binge drinking (beber mas de 6 consumiciones en una sola sesión de
consumo), que pasan desapercibidos si el consumo se valora sólo mediante la
cuantificación. Este tipo de patrón de consumo es el habitual en jóvenes de 15
a 34 años y está estrechamente relacionado con la mortalidad por accidentes de
tráfico, suicidio o agresiones violentas.
Cualquier intervención
preventiva sobre alcohol desde el ámbito sanitario, pasa por la identificación
precoz de los consumos de riesgo, ya que éstos a menudo pasan desapercibidos.
Se debe tener en cuenta que la mayor parte de los daños ocasionados por el
alcohol, aparecen entre personas que no son dependientes, aunque sólo sea
porque hay muchos más de estos últimos. Además, nadie desarrolla una
dependencia sin haber mantenido antes un consumo de riesgo.
En la editorial nos
definimos claramente por el uso del cuestionario que ofrece las mayores
garantías para realizar correctamente el cribado. Se trata del AUDIT (Test de
Identificación de los Trastornos Debidos al Consumo de Alcohol) que ha sido
desarrollado por la OMS como método de screening del consumo de riesgo y de la
posible dependencia al alcohol. Además, se trata del primer test diseñado
específicamente para su uso en el ámbito de la atención primaria.
Se propone un algoritmo de
actuación para realizar el cribado y la intervención breve de una manera
sistemática, sencilla y unificada desde atención primaria (figura de abajo), de modo
que se facilite la integración del abordaje del consumo de alcohol en la
práctica asistencial diaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario