El “Institute for Clinical System Improvement” ICSI es una organización norte americana sin ánimo de lucro
que reúne a diversos grupos interesados en transformar el sistema de atención
de la salud. Su objetivo es defender la causa de la calidad asistencial y la
mejora de la asistencia sanitaria que se ofrece a la población. El ICSI junto con la US Preventive Task Force y la Canadian Task Force on Preventive Health Care son referentes valiosos en el tema de las actividades preventivas.
El pasado mes de septiembre de
2012 el ICSI ha dado a conocer su actualización de la guía de servicios preventivos
para adultos Health Care Guideline Preventive Services for Adults. Las recomendaciones de la guía
se dividen en cuatro niveles:
1.
Nivel 1. Servicios preventivos que los clínicos
y los servicios sanitarios tienen que valorar la necesidad y recomendar a cada
paciente. Serían los servicios preventivos más prioritarios a implementar.
2.
Nivel 2. Servicios preventivos que los
clínicos y los servicios sanitarios deberían valorar la necesidad y recomendar
a cada paciente. Serían los servicios preventivos en el segundo escalón de
prioridad.
3.
Nivel 3. Servicios preventivos en los cuales
la evidencia científica es actualmente incompleta y/o la carga de la enfermedad
es alta con bajos costes de implementar. La provisión de estos servicios se dejan a
criterio de los profesionales sanitarios y de sus pacientes.
4.
Nivel 4. Servicios preventivos no apoyados
por la evidencia científica y que no se recomiendan.
El GRADE ha sido desarrollado
por un representativo y amplio grupo internacional de desarrolladores de guías
(semFYC incluida), y cuenta con un sistema para valorar la calidad de la
evidencia científica. GRADE separa entre la calidad de la evidencia científica
y la fuerza de la recomendación, e incluye un proceso transparente de como se ha
hecho la valoración de las evidencias, y como se ha llegado a las
recomendaciones. Que te digan de una forma clara y pragmática que fuerza tienen
las recomendaciones que se dan puede de ser de gran ayuda y orientación tanto a
clínicos, a pacientes como a gestores sanitarios. Por ejemplo el cribado y la intervención
breve sobre el consumo de riesgo y nocivo de alcohol presenta, según la guía ICSI,
una baja calidad en su evidencia pero es una recomendación fuerte ("Hágase").
En el PAPPS también hemos
empezado a trabajar con el sistema GRADE y las nuevas recomendaciones de prevención del cáncer siguen sus directrices.
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