De forma continuada nosotros y nuestros pacientes recibimos consejos
acerca de los beneficios y los perjuicios de nuestros estilos de vida, pero
¿cómo darnos cuenta de su importancia? David Spiegelhalter, bioestadístico y profesor de la Universidad de Cambridge, nos sugiere una manera sencilla de
comunicar el impacto de un estilo de vida o los factores de riesgo ambiental, en
relación con el efecto esperado en la duración esperada de la vida. Para ello
propone el concepto de microlive, la pérdida o ganancia diaria de 30 minutos de
vida. A partir de recientes estudios epidemiológicos, la pérdida de un microlive
se puede asociar, por ejemplo, con fumar dos cigarrillos, beber dos bebidas
alcohólicas de más, comer una porción de carne roja, tener 5 kg de sobrepeso, o
ver dos horas de televisión al día. Ganar un microlive se asocia con la toma
diaria de una estatina, o beber una bebida alcohólica al día. Veinte minutos de
ejercicio moderado al día son 2 microlives, y a una dieta con fruta fresca y
verduras todos los días equivalen a 4 microlives.
Otras asociaciones
demográficas también se puede expresar en estas unidades, por ejemplo, ser
mujer y no hombre (4 microlives al día), ser ruso en vez ser sueco (21 por día
para los hombres), y vivir en el año 2010 en lugar de vivir en 1910 (15 por día).
La propuesta ha sido
publicada recientemente en el BMJ. David Spiegelhalter escribe en el blog Understanding Uncertainty donde podemos ver otros ejemplos que se proponen para comunicar
riesgos, compararlos y hablar, por ejemplo, de los beneficios o perjuicios de un cribado. Los autores nos dicen que la
forma de comunicar riesgos por microlives puede ser entendida por personas no
formadas ya que se basa en la metáfora de la velocidad de envejecimiento, que puede
ser entendida fácilmente. Otro tema, y aquí veo yo el núcleo del problema, es
que si se consigue o no que los pacientes cambien sus estilos de vida. A este
respecto los autores afirman que comunicar riesgos en forma de microlives es eficaz
en el fomento de la cesación del consumo de tabaco. Sin menospreciar la labor
de David Spiegelhalter, yo prefiero la forma de comunicar los riesgos de fumar que
tiene mi amigo Placido Gascó, coordinador del Grupo Abordaje al Tabaquismo de
semFYC, que utiliza a los sanfermines para hacer una comparativa muy
ilustrativa, y que ya comentamos en este blog.
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