lunes, 26 de marzo de 2018

Dejar de fumar a traves de un Bot. El proyecto Dejalobot


La gran mayoría de fumadores son dependientes de la nicotina, por lo que tienen dificultades, en mayor o menor medida, para abandonar el tabaco. Distintas intervenciones han demostrado su utilidad para ayudar a dejar de fumar; sin embargo, no siempre se proponen por parte de los profesionales y se llevan a cabo. La mayor parte de los intentos de cesación se hacen sin ayuda. Sabemos que en Atención Primaria se interviene menos de lo deseable. Muchas son las razones de esta falta de intervención. Entre ellas, la percepción de que las intervenciones son complejas, requieren tiempo, formación, y que los resultados son inciertos. Actuaciones tan sencillas como un simple consejo, en el estilo propio del profesional, puede tener un enorme impacto poblacional, aunque la eficacia relativa aislada sea pequeña. Por otro lado, también sabemos que la efectividad de las intervenciones es proporcional al tiempo empleado. A mayor dedicación, mejores tasas de abstinencia.

¿Podríamos entonces ofrecer una mayor intensidad de intervención sin sobrecargar la consulta? ¿Cómo ofrecer un programa de ayuda amplio sin someterse a horarios concretos y prolongados? ¿La eficacia de la intervención depende de la presencia del terapeuta?

Entre las intervenciones que ha demostrado eficacia en los ensayos clínicos y metaanálisis están los programas a través de internet, y el empleo del móvil o las tabletas como herramientas para dejar de fumar.  Las intervenciones a través de sms han demostrado que son eficaces, aumentando en un 70% las posibilidades de abandono. A la luz de estos estudios y del vertiginoso avance tecnológico, han proliferado grandes cantidades de aplicaciones para el móvil para ayudar a dejar de fumar. La mayoría de ellas tienen un objetivo comercial,  y suelen proporcionar consejos genéricos bienintencionados o son calculadoras de ahorro según el tiempo que se lleva sin fumar, pero raramente se basan en intervenciones basadas en la evidencia. Una reciente revisión sistemática encuentra que tan solo 6 tienen algún nivel de base científica, y 3 de ellas algún impacto en la abstinencia. Además, no todas  están disponibles en Android o Apple. La necesidad de no dejarse adelantar por las novedades tecnológicas y en ocasiones por rentabilizar el producto, dificultan la elaboración de programas basados en conocimientos científicos y la comprobación de su eficacia real. No podemos descartar incluso la posibilidad de que las apps en las que no se aplican elementos recomendados para dejar de fumar, puedan ser contraproducentes al frustrar intentos de abandono.


Con esta idea, y en este marco conceptual, nos planteamos desarrollar una app basada en nuestra experiencia e interés en el tratamiento del tabaquismo, y sobre todo, en las pruebas científicas que demuestran qué intervenciones son eficaces para dejar de fumar. Pero, en lugar de una app como tantas, la idea de un robot conversacional o bot, antigua, aunque cada vez más en auge por el desarrollo de las redes sociales, las aplicaciones de mensajería instantánea la tecnología de inteligencia artificial y de interpretación del lenguaje natural, nos pareció el vehículo ideal para el desarrollo de un programa telemático para ayudar a dejar de fumar.

Pero ¿qué es un bot? Es un apócope de robot, consiste en un programa informático autónomo que imita el comportamiento humano en tareas concretas. En este caso en particular se trataría de un  bot conversacional (o chatbot), que se comunica con el usuario a través de una aplicación de mensajería instantánea y que le va guiando por un programa de ayuda. El bot interacciona con el usuario aplicando distintas técnicas de procesamiento, entre ellas algunas del campo de la Inteligencia Artificial. Así, el bot, no sólo ejecutaría lo que ha sido predefinido en su desarrollo, sino que tendría la capacidad de aprender y mejorar a medida que se va alimentando de datos. Esta capacidad de mejora y de comprensión del lenguaje del usuario le permite además adoptar una apariencia más “humana”. Al contrario que las apps habituales, el chatbot no hay que instalarlo, no tiene acceso a datos personales ni los solicita, por lo que respeta la privacidad. El interfaz que emplea es el de una app de mensajería, fácil de usar, y de uso común. El bot responde al usuario a través de texto, pero también proporciona opciones de respuesta, y ofrece enlaces que amplían la información, videos, imágenes o cualquier otro formato. Este chatbot para dejar de fumar se ha diseñado específicamente integrando componentes conductuales, motivacionales, de resolución de problemas y prevención de recaídas estructurados en intervenciones recomendadas por las guías de práctica clínica basadas en la evidencia.

¿Qué ventajas puede proporcionar un bot para dejar de fumar? La primera es la de su gran accesibilidad. El usuario decide cuándo se conecta, el tiempo que le dedica, sin tener que desplazarse, planificar una cita o perder horas de trabajo, lo utiliza cuando y donde quiere. Lo hace a través de una aplicación sencilla, que conoce y que utiliza continuamente para comunicarse. Al menos teóricamente permitiría una intervención durante el tiempo suficiente para considerarla intensiva, con lo que las tasas de abstinencia podrían ser mayores. En tabaquismo, la intervención intensiva se diferencia de la breve en que tiene una duración de más de 30 minutos, en más de 3 sesiones. Este formato ofrece además una comunicación bidireccional, posible pero mucho menos ágil en el caso de las apps o de algunos programas de sms ¿Cuáles podrían ser los inconvenientes? A pesar de que el bot imita el comportamiento humano, no sabemos cómo va a influir todo lo que no puede proporcionar un sistema automatizado: el encuentro personal entre el profesional y el paciente, el valor terapéutico de la relación, el estilo del profesional, la empatía, la propuesta de apoyo intra tratamiento, la capacidad para la resolución de dificultades inesperadas.

Para conocer si verdaderamente el bot es eficaz para ayudar a nuestros pacientes a dejar de fumar, hemos diseñado un ensayo clínico que hemos presentado a la convocatoria FIS 2017, en la que se nos ha concedido una beca para el desarrollo del proyecto, liderado por el Dr Eduardo Olano como investigador principal. ¿En qué consiste? Es un ensayo clínico pragmático, en el que se compara la abstinencia a los 6 meses, validada por carboximetría de los pacientes que han seguido el programa a través del bot, con el manejo habitual en las consultas de medicina y/o enfermería de atención primaria. El tratamiento farmacológico se prescribe por el profesional en consulta médica, ya que el bot no puede prescribir. La asignación a uno u otro tratamiento será de manera aleatorizada. Está previsto que participen 460 fumadores, 230 en cada rama. Podéis encontrar más información del proyecto en la página web DejaloBot. Actualmente estamos en fase de captación de centros y profesionales de la Comunidad de Madrid para el desarrollo del ensayo.  
Cesar Minué y Eduardo Olano.
Grupo Abordaje al Tabaquismo GAT semFYC






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