El grupo de educación sanitaria y promoción de
la salud del PAPPS inicia una serie de posicionamientos que creemos importantes
transmitir a la población y a los
profesionales sanitarios sobre determinados grupos de alimentos, y su posición
en una alimentación saludable.
Los alimentos vegetales frescos son la base de la alimentación saludable (y la base de las Guías alimentarias).
Los alimentos vegetales frescos son la base de la alimentación saludable (y la base de las Guías alimentarias).
Las Guías alimentarias son un instrumento
educativo que adapta los conocimientos científicos acerca de los requerimientos
nutricionales en mensajes prácticos que facilitan a las personas la selección y
consumo de alimentos con el fin de mantener y mejorar su pronóstico de salud.
En las últimas décadas hemos sido testigos
del esfuerzo de diversas instituciones y administraciones por ofrecer una
herramienta adaptada a la evidencia científica de cada momento. Así, al inicio
de la era de las pirámides como guías alimentarias iniciada en la década de los
años ’90, asistimos a una especial recomendación en el consumo de alimentos centrados
en los cereales o basados en los hidratos de carbono como principal nutriente.
Esta fue una tendencia que perduró durante cierto tiempo pero que ha evolucionado
a medida que tanto el conocimiento científico como las necesidades
poblacionales de los países desarrollados han ido avanzando.
Así y a día de hoy las principales, más
reconocidas, actualizadas e independientes guías alimentarias no solo han cambiado
en muchas ocasiones su formato, sino que también han dejado de atribuir ese
papel preponderante de los alimentos ricos en hidratos de carbono de las
recomendaciones en favor de los alimentos de origen vegetal fresco. Las
razones:
- la OMS tiene entre una de sus prioridades más destacadas a la hora de promocionar mejores hábitos alimentarios (y con ellos la salud en el mundo) el aumento en el consumo de frutas, verduras y hortalizas. Mas en Fomento del consumo mundial de frutas y verduras.
- El consumo de este grupo de alimentos entre los españoles es deficitario según el Libro Blanco de la Nutrición en España. Mas en Libro blanco de la nutrición en España.
- Según esta misma obra, en los países desarrollados la ingesta de hidratos de carbono procede en gran parte de la bollería, que aporta a la dieta un contenido elevado de oligosacáridos y grasa y una ingesta reducida de fibra dietética.
Parece bastante razonable pues plantear una
reducción en las recomendaciones del consumo de alimentos ricos en hidratos de
carbono al tiempo que se favorece el consumo de alimentos basados en alimentos
vegetales frescos. Máxime cuando no es previsible ningún perjuicio al realizar
este cambio en las recomendaciones. De hecho, la mayor parte de guías clínicas,
posicionamientos y estudios sobre el abordaje de enfermedades no transmisibles
como cáncer (Eat wholegrains, vegetables, fruit &beans), diabetes ( Vegetarian Diets and the Risk of Diabetes) y enfermedad cardiovascular ( 2013 AHA/ACC Guideline on Lifestyle Management to Reduce Cardiovascular Risk) enfatizan, por
encima de cualquier otro grupo de alimentos, el aumentar el consumo de los
alimentos vegetales frescos (frutas, verduras y hortalizas) como la mejor de
las recomendaciones dietéticas tanto en el tratamiento como en la prevención de
las mencionadas patologías.
Tanto es así que en la última década las
Guías Dietéticas para Norteamericanos (ChooseMyPlate), el Plato de la alimentación
Saludable de la Escuela de Salud Pública de Harvard (El Plato para Comer Saludable), el Triángulo Flamenco de
la Alimentación Saludable (Voedingsdriehoek), la Guía de Alimentación de la Generalitat de
Catalunya (Petits canvis per a menjar millor) y la Guía Australiana de alimentación Saludable ( Australian Guide to Healthy Eating) entre tantas
otras, trasladan al grupos de alimentos formados por los vegetales frescos una
recomendación de consumo marcadamente prioritaria sobre todos los demás grupos.
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