Los pacientes
nos preguntan, y leen en muchas ocasiones noticias, sobre cuál es el impacto de
los alimentos y suplementos dietéticos en la infección por coronavirus COVID19. En primer lugar, no está de más recordar
que la infección Covid-19 es una enfermedad que lleva con nosotros menos de 5
meses. En tan corto espacio de tiempo es lógico esperar que los estudios que
investigan el efecto de fármacos o alimentos/suplementos de
vitaminas sobre el virus sean escasos o nulos. Por lo tanto, a la
hora de hacer recomendaciones debemos ser muy cautos porque solo podemos
basarnos en estudios realizados en enfermedades infecciosas lo más parecidas al Covid-19, tales como la gripe estacional o las infecciones del árbol
respiratorio (Optimal Nutritional Status for a Well-Functioning Immune SystemIs an Important Factor to Protect against Viral Infections). En este sentido,
actualmente están en marcha estudios específicos que nos aclararán algunas de
las dudas que tenemos.
Entonces,
¿Qué podemos recomendar ahora mismo?
- No existe ningún alimento o suplemento dietético que potencie o refuerce el sistema inmunitario en población sana sin déficits nutricionales. Aunque algunas vitaminas (A, B6, B12, C, D) o minerales (cinc, selenio, cobre, magnesio) intervienen en la respuesta inmunológica frente a infecciones, ninguno de ellos ha demostrado prevenir el riesgo de contagio de forma consistente (Prevention and Treatment of Influenza, Influenza-Like Illness, and Common Cold by Herbal, Complementary, and Natural Therapies). Una excepción sería la vitamina D que, en determinados grupos de población, ha demostrado disminuir las infecciones del árbol respiratorio (Vitamin D: A rapid review of the evidence for treatment or prevention in COVID-19). Sin embargo, el tratamiento de dichos grupos con suplementos compete a los médicos, ya que la sobredosis de esta vitamina puede ser muy peligrosa.
- Muchos de los factores de riesgo del Covid-19 (hipertensión arterial, obesidad, diabetes, tabaquismo) se relacionan con hábitos de vida no saludables (Does comorbidity increase the risk of patients with COVID-19: evidence from meta-analysis). En esta situación de pandemia es todavía más importante que antes el conseguir mejorar nuestros hábitos. Las recomendaciones de toda la vida (no fume, haga ejercicio físico programado, lleve una dieta sana, duerma entre 6 y 8 horas diarias, mantenga un peso saludable) podrían ayudar a que, si al final nos contagiamos a pesar de las medidas de distanciamiento social y de protección personal, la evolución de la enfermedad sea lo más benigna posible. Además, estos hábitos nos protegerán frente a otras enfermedades, como las cardiovasculares o el cáncer. Son medidas efectivas, seguras y muy baratas (Lifestyle Medicine: A Brief Review of Its Dramatic Impact on Health and Survival).
- En el caso de padecer la Covid-19, la dieta que debe llevar el paciente no debe ser distinta a la dieta que llevaba cuando no estaba enfermo, es decir, debe seguir una dieta saludable (Nutrition amid the COVID-19 pandemic: a multi-level framework for action).
Comer de forma saludable no implica comer de 6 a 8 veces al día, dos huevos diarios y abundancia de rebozados fritos, como se ha podido ver en los medios de comunicación recientemente. Por otro lado, si el paciente con Covid-19 tiene riesgo de desnutrición esta debe ser diagnosticada y tratada por profesionales expertos en este campo (ESPEN expert statements and practical guidance for nutritional management of individuals with SARS-CoV-2 infection).
Resumiendo:
mientras no contemos con tratamientos preventivos (vacunas) o curativos
(antivirales) eficaces, las
mejores medidas para hacer frente a esta enfermedad se basan en
llevar hábitos de vida saludables.COVID-19:what has been learned and to be learned about the novel coronavirus disease, Ver nuestras Recomendaciones para cuidar la salud en la cuarentena
Joaquín
San Jose, Grupo educación sanitaria y promoción de la salud del PAPPS y grupo Alimentación
de semFYC.
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