lunes, 17 de junio de 2024

La Reducción de daños por Tabaco y la industria tabaquera

 

La reducción de daños (RD), en su sentido general, se refiere a las políticas y prácticas para minimizar las consecuencias adversas para la salud, la sociedad y la economía de un comportamiento. La estrategia de RD busca atenuar las consecuencias negativas de un comportamiento sin ponerle fin por completo, o mientras se extingue.  El modelo moderno de reducción de daños se basó inicialmente en un enfoque poblacional para reducir el daño a la salud y a la sociedad asociado con el consumo de drogas ilegales y el riesgo de infección por el VIH. Posteriormente se extendió al consumo de alcohol y tabaco, la salud sexual, los accidentes de tráfico, los trastornos alimentarios, o la exposición a productos químicos y radiaciones en ambientes laborales o la naturaleza, aunque con un enfoque de RD individual. Tanto en control del tabaco, como en Salud Pública, la aplicación de una estrategia de reducción de daños debe cumplir ciertas condiciones: El comportamiento que queremos cambiar debe ser crónico y recalcitrante, de manera que los fumadores no puedan dejar de fumar por los métodos habituales. Las personas tienen el derecho a tomar decisiones sobre sus propios cuerpos, pero deben estar informadas y ser independientes. Referente a las opciones actuales de RD que conllevan la sustitución del tabaco combustible por productos de nicotina o tabaco alternativos, es difícil que las decisiones de los fumadores sobre sus propios cuerpos puedan ser independientes de intereses comerciales,[i].




 Mas información en GUÍA DE BOLSILLO PARA ELTRATAMIENTO DEL TABAQUISMO Y PRODUCTOS RELACIONADOS

Los antecedentes históricos revelan que la industria lleva décadas intentando reducir la percepción de daños de sus productos mediante diversas innovaciones con el objeto de mantener su cuenta de resultados y lavar su imagen pública. Aunque la transición a un producto de tabaco o nicotina sin combustión puede reducir el riesgo en algunos individuos, la RD en el ámbito poblacional solo se puede alcanzar por cesación definitiva del consumo, por la prevención del inicio y por la protección de los no fumadores del humo ambiental del tabaco. La reducción del número de cigarrillos solo tiene evidencia como preparación a la abstinencia si se usa un máximo de 4 semanas previas a la cesación. Los productos de nicotina farmacológica pueden tener un papel en ese periodo. El uso de dispositivos liberadores de nicotina suele conducir a una dependencia permanente de la nicotina. El frecuente consumo dual observado después del uso de estos dispositivos y la facilidad de transición al tabaco en jóvenes, incrementa el riesgo global. La industria del tabaco intenta manipular la investigación científica y la formación de los profesionales sanitarios como se puede leer en un artículo reciente de El País: Las tabaqueras invierten miles de millones en investigación para tergiversar la evidencia científica

Se acaba de publicar un documento por un Grupo de Expertos del CNPT en colaboración con el Ministerio de Sanidad donde se analiza extensamente esta cuestión: Reducción de daños en tabaquismo desde la Salud Pública

Rodrigo Córdoba

 



[i] Dewhirst T. Co-optation of harm reduction by Big Tobacco. Tobacco Control 2020;30. doi:10.1136/tobaccocontrol-2020-056059

 

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