jueves, 24 de abril de 2014

Los beneficios para la salud de tener un perro

El New York Times tiene una interesante sección blog (“Well”) en la que se habla de salud y bienestar. La publicación de una reciente entrada titulada “Mi vida con un perro: te relacionas con gente” me ha llamado la atención. La autora nos cuenta que al quedarse viuda se sintió sola y depresiva y como, al adoptar un perro, su vida ha cambiado para mejor. En el artículo se repasan los beneficios de tener un perro:

 

El artículo acaba haciendo una reflexión sobre los deberes, obligaciones que conlleva y la responsabilidad que supone tener una mascota en casa. Antes de adoptar o comprar un perro hay que pensar en los gastos que conlleva, la actividad física que implica, y el tiempo que el animal precisa. Las mascotas no son una panacea para ser tratados como una pastilla que te tomas cuando no te sientes bien. Los beneficios de tener una mascota en casa deben ponerse en relación con las responsabilidades que implica tenerla.

Entrada dedicada a mi amiga Isabel y su perra Rula
 
 

1 comentario:

Isabel dijo...

Todos los que tenemos perros hemos experimentado estos beneficios. No concibo mi visa sin uno a mi lado. Lo difícil es convencer a los que no los tienen que, en este país, suelen tener prejuicios que generan actitudes intolerantes. Esto demuestra lo lejos que estamos de la civilizada Europa, en cuyas ciudades los perros y las personas conviven con naturalidad en la mayoría de los espacios públicos.

También me molesta mucho uno de los tópicos que suelen citar los “antiperros”. Siempre que se habla de perros acaban sacando el tema de que los dueños no suelen recoger sus excrementos. Habría que matizar que, efectivamente, hay personas con comportamientos incívicos que no sólo no recogen las cacas de sus perros, también tiran al suelo el chiche y la bolsa de palomitas. Incluso hay personas que no tienen perro que hacen lo mismo con el chicle y la bolsa de palomitas. Y todos conocemos cómo dejan nuestros adolescentes los parques después de un botellón. Pero yo tengo muchos amigos “perrunos” que siempre recogen los excrementos de sus perros.