lunes, 16 de marzo de 2015

¿Estamos sobretratando a nuestros pacientes con riesgo cardiovascular?


El pasado día 14 de marzo se celebró el Día Europeo de Prevención del Riesgo Cardiovascular. En mi centro de salud pusimos una mesa informativa que tenía como objetivo informar a la población de la importancia de los estilos de vida en la prevención y control de las enfermedades cardiovasculares. A lo largo de este día las enfermeras estuvieron aplicando una tabla de medición específica (SCORE) para calcular el riesgo cardiovascular y dando consejos saludables.
 
En Reino Unido el Sistema Nacional de Salud ha incluido en su página web una calculadora que permite medir el riesgo cardiovascular en los próximos años, y te aconseja sobre qué cambios tienes que implementar en tu estilo de vida. En comparación con la tabla que utilizamos a diario en la consulta (integrada en la Historia Clinica electrónica), su calculadora de riesgo me ha llamado la atención que incluye preguntas sobre tu código postal (por las desigualdades sociales que existen en riesgo cardiovascular), sobre tu raza, antecedentes familiares de cardiopatía isquémica precoz, de enfermedad renal, y  Fibrilación Auricular.
Todo ello coincidente con un artículo publicado recientemente en la revista Annals of Internal Medicine An Analysis of Calibration and Discrimination Among Multiple Cardiovascular Risk Scores in a Modern Multiethnic Cohort. El objetivo del estudio fue comparar la calibración y la discriminación de las tablas de estimación de riesgo cardiovascular que se usan en USA y si se sobretrata para prevenir. Para realizar el estudio los investigadores realizaron cálculos de riesgo cardiovascular a un grupo con diversidad racial de más de 4,200 estadounidenses de 50 a 74 años de edad y que no tenían ninguna enfermedad cardiaca al principio del estudio. Se compararon las predicciones de riesgo de las calculadoras con las tasas reales de ataques cardiacos, ACV y otras complicaciones de los participantes del estudio a lo largo de 10 años. Los resultados encontraron que, de promedio, cuatro de las cinco calculadoras sobrestimaban el riesgo de las personas entre un 8 y un 154 por ciento. Los autores concluyen que la confirmación de los resultados puede tener implicaciones tanto para los pacientes como para el sistema sanitario. Las tablas que se usan en USA son distintas a las nuestras pero seria conveniente replicar el estudio en nuestro medio.
El problema sobre todo se situaría en pacientes con riesgo intermedio o moderado (probabilidad de riesgo del 7,5 a 10%) que podrían estar sobre tratados con fármacos para prevenir la aparición de una enfermedad cardiovascular.
 
 En mi consulta diaria uso las tablas de riesgo cardiovascular para decidir tratamientos hipolipemiantes sobre todo, y para priorizar, informar, educar y motivar a mis pacientes sobre el riesgo cardiovascular. No tengo datos sobre la frecuencia en que las uso pero me llama la atención el poco uso que se hace en nuestro país como públicó en 2013 nuestro compañero del PAPPS Carlos Brotons y colaboradores en la revista BMC Implementation of Spanish adaptation of the European guidelines oncardiovascular disease prevention in primary care. Menos de la mitad de los profesionales sanitarios (38%) calculaban el riesgo cardiovascular en más del 80%  de sus pacientes con al menos un factor de riesgo cardiovascular. Este último dato lo he sacado de la magnífica presentación sobre Riesgo Cardiovascular que hizo Ana Isabel Gonzalez Gonzales en la V jornada PAPPS PACAP celebrada en Madrid el 20 de noviembre de 2014 y que os aconsejo que veáis (riesgo cardiovascular). La presentación sintetiza muy bien todo lo que hay que saber sobre el tema. 

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