La reciente
publicación en el BMJ del artículo Health system readiness for non-communicable diseases at the primary care level: a systematic review, ha abierto el debate
sobre la preparación de la AP para el manejo de las Enfermedades No
Transmisibles ENT.
El objetivo de la revisión ha sido sintetizar la evidencia sobre la preparación de la AP para prevenir y manejar las ENT. Para ello se ha analizado cual es la evidencia sobre la disposición/preparación de la AP en el contexto de las cuatro principales ENT: diabetes mellitus, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas, y enfermedades cardiovasculares.
El actual
aumento de la carga de las ENT puede deberse al envejecimiento de la población,
la rápida y/o no planificada urbanización, y todo lo relacionado con el estilo
de vida (inactividad física y sedentarismo, alimentación insana, y el consumo
de productos del tabaco y alcohol). Además de la atención a las condiciones
agudas, la prevención y el manejo de las ENT requieren una atención prolongada
o incluso de por vida. Esta incluye el apoyo sanitario, la detección precoz de
casos, un enfoque psicosocial, la identificación de factores de riesgo, el automanejo
de la enfermedad, cambios en el estilo de vida, y el apoyo médico/enfermero
regular en aspectos como la adherencia a los procedimientos y tratamientos
médicos. Todo ello hace que la AP pueda ser vista como el mecanismo más
efectivo y apropiado para abordar las ENT.
Para analizar la preparación de la AP ante las ENT hay que tener en cuenta los elementos clave de cualquier sistema sanitario según la OMS: la prestación de servicios de salud, el personal sanitario, la financiación de la sanidad, los sistemas de información, el liderazgo y la gobernanza, los productos médicos disponibles, conocimientos y tecnologías con las que se cuenta, y la visión comunitaria.
Los
resultados del estudio muestran que, en casi todos los países analizados, los sistemas de
atención primaria de la salud se han visto afectados por respuestas inadecuadas
del lado de la oferta de medicamentos, tecnologías, equipos, servicios, profesionales
de la salud capacitados, sistemas de información de la salud, y liderazgo y
gobernanza en el manejo de la ENT.
El estudio
ha revelado que los esfuerzos de abordaje de las ENT se centran primordialmente
en aspectos de diagnóstico y el tratamiento de estas. Sin embargo, las intervenciones
de promoción y prevención de la salud, la provisión de cuidados paliativos, el
cribado e identificación de factores de riesgo, el automanejo de la enfermedad
y la educación para la salud son poco investigados y priorizados. Las actividades
preventivas y de promoción de la salud en los factores de riesgo de las ENT como
el consumo de tabaco, la ingesta de sal, la inactividad física, el consumo de riesgo de alcohol y una alimentación insana son clave para mejorar el resultado
de las ENT, y se pueden abordar en AP. El potencial para un sistema de salud
bien preparado frente a las ENT se logra cuando los servicios de promoción y
prevención se brindan adecuadamente en el primer nivel de atención de la salud.
El
articulo acaba con una reflexión sobre que las investigaciones futuras deberían
dirigirse, además de tratar la provisión de servicios, a estudiar las opiniones de los usuarios de los sistemas sanitarios sobre
el manejo de las ENT en el nivel de atención primaria de la salud, la gestión
de estas, su conocimiento y actitud, la conducta de búsqueda de atención
sanitaria, la adherencia al tratamiento, y sobre el automanejo y las estrategias
de afrontamiento.
Todo ello muy en lineal con lo que estamos trabajando en el PAPPS
Paco Camarelles
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