jueves, 29 de noviembre de 2018

¿Qué hay de nuevo en la relación ACTIVIDAD FÍSICA-SALUD?


He recibido de mis compañeros del  Grupo de Actividad Física y Salud GAFS el encargo de mostraros las evidencias del último año en la estrecha relación que mantienen la Actividad Física y la Salud.
Y lo nuevo es que:
  • Se acumulan evidencias sobre el efecto tóxico de la inactividad.
  • Nunca es tarde para comenzar.
  • Disponemos de la mejor vacuna frente al cáncer.
  • No sólo de “cardio” vive el hombre.
  • “Poco es mucho”, incluso una sola sesión.
  • ¿Practicar AF “con moderación”? ¡No! ¡Más es mejor!
  • Las razones de nuestra inacción como profesionales sanitarios.
  • Disponemos de un “kit” de intervención eficaz



Todo ello viene explicado, comentado y con referencias en el resumen que hemos hecho en la sección de nuestro grupo en la página web de semFYC. ¿Qué hay de nuevo en la relación ACTIVIDAD FÍSICA-SALUD?
Tambien podeis acceder a la presentación en el siguiente enlace. Resumen de las novedades presentadas por el Grupo de Actividad Física y Salud en el 39º Congreso de la semFYC celebrado en Barcelona del 10 al 12 de mayo de 2018.

Como sucedió con el príncipe al conocer a La Cenicienta, algunos ya nos hemos dado cuenta del gran valor que posee este formidable recurso preventivo y terapéutico, inocuo y gratuito, que fomenta el tan necesario autocuidado del paciente como ningún otro, y aún no suficientemente valorado por muchos profesionales…

¡Hagamos que ocupe el lugar que le corresponde! ¡Nuestros pacientes lo merecen!

Emilio Salguero Chaves. Enfermero. Médico de Familia. Centro de Salud "Valdepasillas", de Badajoz. E-mail: emilio.salguero@gmail.com .

lunes, 26 de noviembre de 2018

El consumo de riesgo de alcohol: un elefante en la consulta.

Cribar e intervenir sobre el consumo de riesgo de alcohol 


La USPSTF acaba de publicar en JAMA su revisión sobre la evidencia disponible de la efectividad del cribado y las intervenciones de asesoramiento para reducir el consumo de riesgo de alcohol, y sus efectos sobre la morbilidad, mortalidad, y los comportamientos de riesgo.También ha analizado la precisión de varios enfoques de detección. Screening and Behavioral Counseling Interventions to Reduce Unhealthy Alcohol Use in Adolescents and Adults US Preventive Services Task Force Recommendation Statement.
La USPSTF ha encontrado un beneficio neto moderado de la detección y las intervenciones breves de asesoramiento conductual para el consumo de riesgo de alcohol en adultos, incluidas las embarazadas (Recomendación grado B). La evidencia es insuficiente para evaluar el balance de beneficios y daños de la detección y las intervenciones breves de asesoramiento conductual para el consumo de riesgo de alcohol en adolescentes. Además, recomienda el uso del AUDIT-C para el cribado del consumo de riesgo de alcohol en Atención Primaria por su buena sensibilidad y especificidad para detectar todo el espectro del consumo de riesgo en diferentes poblaciones. Si sale positivo recomienda usar el AUDIT de 10 preguntas.

La recomendación va unida a la publicación de dos interesantes editoriales. La primera Screening for Unhealthy Alcohol Use nos dice que la implementación del cribado e intervención breve sigue siendo bastante baja, a pesar de la alta prevalencia del consumo de riesgo de  alcohol, su asociación con la mortalidad y la discapacidad, y la evidencia de la efectividad del cribado y la intervención breve. Por ejemplo, en los Estados Unidos, solo 1 de cada 6 pacientes informa haber hablado sobre el alcohol con su médico; las tasas en Europa son igualmente bajas. Incluso cuando se realiza el cribado, los cuestionarios validados se usan con poca frecuencia. Las razones de su baja aceptación pueden incluir desafíos relacionados con la implementación, y las percepciones de los médicos sobre sus roles. Nos dicen, además, que es poco probable que las intervenciones breves causen daños (a menos que se realicen de manera deficiente o se viole la confidencialidad), y las consecuencias del consumo de riesgo de alcohol van desde lesiones y suicidio, hasta cánceres y muchas enfermedades crónicas. Incluso pequeños cambios disminuyendo el consumo de alcohol, podrían mejorar los resultados de salud a nivel poblacional.
Otras razones que pueden explicar esta baja y deficiente implementación del cribado e intervención breve incluyen un tiempo limitado durante las visitas, una cultura de atención médica que no incorpora de forma eficaz los  cuestionarios estandarizados en la práctica clínica, una sensibilidad personal en torno al tema, poca confianza en las habilidades clínicas, y la percepción de que el abordaje del consumo de alcohol está fuera del rol del médico. Sin embargo, el público generalmente apoya las pruebas clínicas de detección del consumo de riesgo de alcohol. Y los pacientes que son evaluados y asesorados sobre el consumo de alcohol, informan haber recibido una atención primaria de alta calidad.
La segunda editorial Unhealthy Alcohol Use in Primary Care—The Elephant in the Examination Room aporta otra razón para la baja implementación: la dificultad de que los componentes de las intervenciones breves de asesoramiento conductual no están estandarizadas en cuanto al contenido, el suministro, la dosis o la duración. Y una idea importante, el consumo de alcohol contribuye a muchas enfermedades comunes, como la obesidad, la diabetes mellitus, la hipertensión y la depresión. Al abordar el consumo de alcohol, tales condiciones pueden controlarse más fácilmente y, en algunos casos, incluso resolverse. Algo frecuente en la consulta que nos pasa desapercibido en muchas ocasiones, y eso que tenemos al "elefante en la consulta".
De las dos editoriales hay que destacar dos ideas: 
  • Los pacientes esperan que les preguntemos sobre el consumo de alcohol, y es hora de que los profesionales sanitarios, con apoyo, lo proporcionemos.
  • Con tantos pacientes que acuden a la atención primaria con consecuencias perjudiciales del consumo de riesgo de alcohol,  es hora de detectar al elefante en la consulta.

Paco Camarelles

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Si nosotros no les ayudamos a dejar de fumar, perder peso y consolidar un estilo de vida activo ¿quién lo hará?"


En el reciente Encuentro PACAP2018 que se ha celebrado en Badajoz, presentamos esta Comunicación Oral,  disponible aquí. Con ella intentamos, en primer lugar,  hacer ver que  los principales determinantes de pérdida de salud, calidad de vida y gasto sanitario en nuestros pacientes son tabaquismo, consumo de alcohol, inactividad física y alimentación no saludable.

A continuación preguntamos: ¿En qué empleas mayoritariamente tu tiempo diario de trabajo? O lo que es lo mismo: ¿Tienes en cuenta estos datos para establecer tus prioridades con las personas a las que cuidas?

Intentamos entonces, de acuerdo con las recomendaciones mundiales y las evidencias publicadas, disipar cualquier duda sobre la efectividad de nuestra intervención sobre estas conductas de riesgo: ¡Se obtienen resultados notables en salud y calidad de vida! Y la eficiencia de nuestro trabajo, así como la satisfacción que obtenemos con la misma, no dejan de aumentar con el tiempo.

Como prueba, mostramos los resultados que venimos obteniendo en nuestra Unidad-Escuela, donde ofrecemos desde 2007 programas interconectados para ayudar a las personas que acuden -espontáneamente o derivadas por un compañero- a dejar de fumar, reducir su exceso de peso o consolidar un estilo de vida activo. Casi la mitad de los 700 fumadores atendidos seguía libre del tabaco un año tras la intervención, y entre los 400 que acudieron para reducir su peso, los que finalizaron el Programa (1 año) lo disminuyeron un 6,7%. Y en el conjunto de participantes se duplicó largamente la actividad física en el tiempo libre y se redujo el 40% el consumo de alcohol.

Además, los beneficios "no buscados": muchos disminuyeron el número de  fármacos, redujeron su riesgo de enfermar (de un evento cardiovascular, de un cáncer...), se cansan menos, duermen mejor y se sienten más dueños de su salud y de sus vidas, pues estas intervenciones fomentan el autocuidado y reducen la medicalización.

Enumeramos entonces algunos de los motivos de nuestra escasa implicación, destacando la escasa formación y sensibilización que recibimos en pregrado, residencia y postgrado sobre la importancia y en especial sobre cómo abordar  las conductas no saludables (¡Observad su escasa representación en los exámenes MIR y en los talleres y mesas de nuestros  congresos!). 


Y terminamos la presentación invitando a rebelarnos contra nuestra inercia, enfrentando a los presentes al dilema ético contenido en el título: Si nosotros no le hacemos la ecografía, no le extirpamos la uña encarnada o no le infiltramos el hombro doloroso al paciente que tenemos delante, otro profesionales del SNS lo hará. Incluso mejor que nosotros, ya que se dedica a eso específicamente... El paciente esperará un poco más tiempo, pero no correrá un riesgo apreciable. Pero si ni los enfermeros ni los médicos de familia les ayudamos a dejar de fumar, perder el peso excesivo y consolidar un estilo de vida activo... ¿Quién lo hará? La respuesta la conocemos: nadie, en nuestro SNS.

Buena parte de estas personas participarían en programas de ayuda para modificar sus peligrosas conductas, si se les ofreciesen en su centro de salud. Os aseguramos que las tareas no son complicadas, cada vez resultan más eficientes, carecen de riesgo, tienen un coste insignificante y son altamente satisfactorias para ellos y para nosotros...

Creo que te toca mover ficha.


Emilio Salguero Chaves. Enfermero. Médico de Familia. Centro de Salud "Valdepasillas", de Badajoz. E-mail: emilio.salguero@gmail.com .


domingo, 18 de noviembre de 2018

EL ETIQUETADO INFOGRAFICO EN LOS ALIMENTOS PROCESADOS


Se estima que una de cada tres muertes prematuras por cáncer y enfermedades cardiovasculares se debe a una alimentación no saludable. El etiquetado actual de los alimentos procesados y envasados es heterogéneo, complicado y difícil de interpretar. La ley de 2011 es una oportunidad perdida de haber hecho una buena regulación de este importante asunto. Esta ley tiene un aspecto positivo por aumentar la letra hasta 1,2 mm, pero este tamaño es la mitad de lo que se exige a los prospectos de los medicamentos. Gran parte de la población no puede leerlas sino dispone de lentes en el momento de la compra. 

Se ha podido constatar que los países con menores tasas de sobrepeso tienen etiquetados más transparentes y mayores controles publicitarios de los alimentos procesados. Sin una información completa y veraz no existe una verdadera libertad de elección. El etiquetado infográfico tipo semáforo es un sistema transparente, sencillo, riguroso, práctico, avalado científicamente y aceptado por los consumidores para informar de las características más importantes de un alimento envasado. El objetivo es facilitar la elección de las opciones más saludables y acabar con la confusión actual del etiquetado cuyo resultado es que los productos menos sanos son los más publicitados. Consiste en determinar el valor energético y nutrientes esenciales: cantidad de calorías, grasas totales, grasas saturadas, azucares y sal en relación a las cantidades máximas recomendadas y otorgarles un color en función si el contenido está lejos de esa cantidad máxima (verde: menos de 7,5%) cerca de esa cantidad (ámbar: 7,5 - 20%) o muy cerca del límite aconsejado (rojo: más del 20%). En la imagen anterior el etiquetado  infográfico semáforo seria rojo para sal y verde para grasas y azúcar.
Ejemplos: Una mujer necesita 2000 calorías/ día para desarrollar una actividad media. En el caso del azúcar no debería consumir más del 10% de calorías en forma de azucares, lo que supone no superar los 50 gramos al día. Si consume un refresco con alto contenido en azúcar habrá consumido el máximo de azucares para un día. Otro ejemplo: Si esta mujer consume media pizza (200 gramos) esta ingiriendo el 34% de la sal recomendada para todo el día (800 miligramos). Estos alimentos tendrían una etiqueta roja para azúcar y sal respectivamente. 

El etiquetado infográfico tipo SEMAFORO fue propuesto inicialmente en Reino Unido e implantado de forma voluntaria pero rechazado por el conjunto de la Unión Europea. Sin embargo, este sistema ha sido aplicado en algunos países con éxito como Ecuador, Perú o Bolivia en Sudamérica. El país que lo ha implantado y evaluado mejor es Ecuador:  ver Rotulado de Productos Alimenticios y Etiqueta Semáforo Requisitos y Rotulado Nutricional
La variante Octogonal
Chile aplica un modelo parecido inspirado en octógonos para llamar la atención sobe el alto contenido en Grasas saturadas, sal, azúcar y valor energético ( calorías): 

Regulación supervisada.  No autorregulación
Según Juan Revenga, La industria alimentaria ha intentado manipular y vaciar de objetivo esta excelente idea modificando los principios del etiquetado cromático.  Ver Las trampas del semáforo nutricional


Siguen una estrategia habitual en ciertas multinacionales de esta industria: ponerse la medalla de preocuparse por las elecciones que puedan realizar sus consumidores. Curiosamente, los criterios siguen estando basados en los porcentajes de cada nutriente por cada ración estándar de sus productos, que ellos se han preocupado de definir en el contenido por 100 gramos. Con criterios distintos, los resultados para un mismo producto en términos de luces rojas, ámbares y verdes son completamente diferentes: en los semáforos de la industria lucirán muchas menos luces rojas que en el conjunto de los británicos. Incluso en un mismo producto, las luces encendidas serán diferentes usando el semáforo de la industria o su alternativa. Porque en los semáforos de la industria destaca la escasez de luces rojas: no hay casi nada prohibido y todo vale. Por ejemplo, así quedarían los distintos semáforos para un mismo alimento.
El problema del etiquetado SEMAFORO
Dado que puede haber  4 o 5 elementos señalados cada uno con un color distinto, el problema entonces es como interpretara esto un consumidor. La cuestión es  informar de las cantidades por raciones o GDAs ( Propuesta de la industria) o por 100 gramos ( propuesta de las sociedades científicas). Pero en el terreno nutricional la cosa no es tan sencilla, ya que frente al mismo cruce o alimento nos encontramos con al menos cuatro semáforos; cuatro indicaciones para tomar una única decisión. ¿Qué se hace en el caso de encontrar una luz verde para los azúcares, dos ámbares para las grasas y las grasas saturadas y una roja para la sal? ¿Y si son dos rojas, una verde y otra amarilla? ¿Y tres verdes y una roja?
La propuesta de etiquetado infográfico francesa:
La propuesta francesa es una alteranativa al etiquetado semáforo. Este proyecto que ya se implementa de forma voluntaria desde abril de 2017 en varias cadenas francesas de distribución ha recibido el nombre de Nutri-Score, y trata de ofrecer una única lectura totalizadora respecto a la calidad global del alimento. Usando una horquilla de cinco posibles letras, da una nota general al producto que va desde la A (óptimo) a la E (pésimo). Igual que en modelo del Reino Unido, los criterios para lograr esta media dependen de diversos aspectos nutricionales contenidos en 100g del producto, y no por ración como en los modelos que siempre propone la industria. Para ello hay elementos cuya presencia suma (frutas, verduras, frutos secos, fibra y proteínas) y otros que restan (grasas saturadas, azúcar, sodio o sal y calorías). La puntuación se obtiene tal y como se detalla en el informe de la Agencia Nacional para la Seguridad Alimentaria, del Entorno y del Trabajo realizando una única lectura fruto del sumatorio de los aspectos positivos y negativos de cada alimento: Évaluation de  la faisabilité du  calcul d’un score nutritionnel  tel qu’élaboré  par Rayner et al
 Esto simplifica la toma de decisiones, pero a la vez puede arrojar lecturas “raras”, como proponer para aceite de oliva la peor o segunda peor nota entre las posibles. En definitiva, el etiquetado cromático desempeña un papel importante en las tomas de decisiones que conducen a consumir o dejar de consumir un producto. Por esta razón la industria alimentaria tiene tanto interés en que se haga a su manera, y no de otra. 

La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria formada por cerca de 20.000 médicos de familia propone que se revise la legislación del etiquetado en beneficio de la salud de la población española. Se trata de una medida de coste cero que mejoraría la información para mejorar la alimentación y prevenir enfermedades como la obesidad, la diabetes o la hipertensión arterial. A medio plazo, el impacto de esta modalidad de etiquetado en la reducción de los costes sanitarios puede ser considerable.

Rodrigo Córdoba García

lunes, 12 de noviembre de 2018

Jóvenes y alcohol (2): como intervenir desde la consulta


El Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo de USA (NIAAA) nos presenta una herramienta simple, rápida, derivada de la práctica clínica para identificar a jóvenes en riesgo de tener  problemas relacionados con el alcohol en su guía Alcohol Screening and Brief Intervention for Youth: A Practitioner's Guide . Cribar el consumo de alcohol en jóvenes se justifica porque es un problema frecuente, es peligroso para la salud actual y futura del joven, es un marcador que se asocia con otros estilos de vida no saludables, y porque a menudo nos pasa desapercibido en la consulta del día a día. (Jóvenes y alcohol (1): los datos)
Para iniciar una conversación sobre el consumo de alcohol con el joven que acude a nuestra consulta tenemos dos preguntas poderosas que nos abren la puerta. La primera pregunta es sobre el consumo de alcohol de los amigos y la otra sobre la frecuencia de consumo personal.  La pregunta sobre el consumo de alcohol en amigos es una señal de alerta temprana que predice fuertemente los niveles de consumo futuros del joven. También te permite una iniciación la conversación "no amenazadora”. La pregunta de consumo se centra en la frecuencia, el mejor predictor del riesgo actual de daños del consumo de alcohol en adolescentes que ya están consumiendo.

Después de preguntar podemos intervenir según hayamos clasificado el consumo de alcohol en riesgo más bajo, moderado o más alto. Y usar desde un consejo breve, una entrevista motivacional, o una derivación a un centro especializado si es necesaria. Recomiendan también actuar según rango de edad (9-11, 11-14, 14-18), por ejemplo un consumo de alcohol a los 12 años siempre es de riesgo más alto. Ver guía de bolsillo. Además, la Guía pretende ayudar a los clínicos a superar otras barreras comunes para la detección: inquietudes sobre la confidencialidad, como se puede intervenir según el riesgo,  y la importancia  de encontrar recursos de tratamiento para adolescentes donde podamos derivar.
El “tono” de la conversación debe ser el adecuado para alentar al joven a dar respuestas honestas y precisas cuando les preguntamos, siendo importante establecer una buena relación con ellos en un ambiente de confianza. La conversación se puede entablar con los padres delante o pedirles que salgan asegurando confidencialidad en este caso. Hablar del tema delante de los padres también tiene sus ventajas ya que permite un abordaje familiar, siempre explicitando que nuestro objetivo es mantener a todos nuestros pacientes sanos y ofrecer un buen consejo sanitario.
Sobre el coste efectividad de intervenir señalar que la Academia de Pediatría de USA recomienda que los médicos que trabajan con niños y adolescentes revisemos regularmente el uso actual de alcohol y usar técnicas de intervención breve. PolicyStatement—Alcohol Use by Youth and Adolescents: A Pediatric Concern.

Es NECESARIO iniciar la conversación.

Paco Camarelles
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jueves, 8 de noviembre de 2018

Jóvenes y alcohol (1): los datos


"El consumo de alcohol en adolescentes tiene importantes consecuencias para la salud. La iniciación temprana, el consumo frecuente y la embriaguez, se asocian con consecuencias negativas sociales, psicológicas y físicas para la salud. Más específicamente, la embriaguez se ha asociado con consecuencias adversas como lesiones fatales y no fatales, comas, intentos de suicidio, embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, fracaso escolar y violencia. Además, el consumo de alcohol está vinculado a muchas de las principales causas de muerte entre los adolescentes, incluidos los accidentes de tráfico, el suicidio y las lesiones involuntarias.
El cerebro del adolescente es particularmente vulnerable a los efectos del alcohol, que altera su estructura y función. Consumir alcohol en la adolescencia puede aumentar la probabilidad de tener problemas de salud mental y neuro cognitivos a corto y largo plazo. La iniciación precoz del consumo de alcohol en adolescentes puede aumentar el riesgo de dependencia del alcohol más adelante en la vida y se asocia con más trastornos mentales y problemas sociales futuros. Estudios recientes han demostrado  efectos perjudiciales del consumo temprano en el desarrollo del cerebro, que están asociados con mayores dificultades para aprender. La investigación también ha demostrado que retrasar la edad a la que los jóvenes toman su primera bebida disminuye el riesgo de convertirse en bebedores problemáticos más adelante en la vida".
Este es un resumen de los peligros del consumo de alcohol en adolescentes del reciente publicado documento de la OMS Adolescent alcohol-related behaviours: trends and inequalities in the WHO European Region,2002–2014 (2018). El informe nos dice que los adolescentes europeos beben menos, aunque los niveles de consumo de alcohol siguen siendo peligrosamente altos (ver nota prensa):
  • Los datos recopilados durante 12 años (2002-2014), revelan que 1 de cada 10 adolescentes de 15 años --9% de las niñas y 16% de los niños-- en la Región Europea bebían regularmente todas las semanas en 2014.
  • Uno de cada cuatro niños y una de cada 5 niñas dijeron haberse emborrachado dos o más veces antes de los 15 años.
  • Más de 1 de cada 4 adolescentes de 15 años (28%) informaron que comenzaron a consumir alcohol a los 13 años o menos (25% de las niñas y 31% de los niños) en 2014.
  • Alrededor de 1 de cada 10 adolescentes informaron haberse emborrachado por primera vez a la edad de 13 años o menos (7% de las niñas y 9% de los niños) en 2014.


 
Los datos en nuestro país son escalofriantes según la última encuesta ESTUDES 2016-2017. El 76,9% de los estudiantes de entre 14 y 18 años ha probado alguna vez en la vida el alcohol, el 75,6% ha consumido en el último año, y el 67% lo ha hecho en el último mes. El 31,7% de los escolares ha consumido alcohol en forma de atracón (binge drinking) en los últimos 30 días, y el 21,8% de los estudiantes de secundarias se ha emborrachado en el último mes (mas las chicas). El grupo de edad entre 14 y 17 años, a los que la ley prohíbe venderles o facilitarles alcohol, afirma que lo consiguen ellos mismos en el 34,9% de los casos.(NP)

URGE ACTUAR

Paco Camarelles


lunes, 5 de noviembre de 2018

Chequeos médicos: cuáles hacerse y a qué edad


El papel de los “chequeos médicos rutinarios” como estrategia preventiva sigue siendo motivo de interés para los medios de comunicación. Y es muy difícil transmitir la inutilidad de los mismos. Un ejemplo es la reciente publicación del artículo de CuidatePlus “Chequeos médicos: cuáles hacerse y a qué edad”.
Si revisamos la literatura científica sobre el tema vemos que:
  • La revisión de estudios científicos  sobre la eficacia de los chequeos de la Biblioteca Cochrane. ”Controles generales de salud en adultos para la reducción de la morbilidad y mortalidad por enfermedades”, llega a la conclusión de que: “Los controles generales de salud no redujeron la morbilidad ni la mortalidad, ni en general, ni por causas cardiovasculares o cáncer, aunque se observó un aumento en el número de nuevos diagnósticos. Con frecuencia no se estudiaron ni informaron resultados perjudiciales importantes como el número de procedimientos de diagnóstico de seguimiento o los efectos psicológicos a corto plazo, y muchos ensayos tuvieron problemas metodológicos. Debido al gran número de participantes y muertes incluidas, los largos períodos de seguimiento utilizados y al hecho de considerar que no se redujo la mortalidad cardiovascular y por cáncer, es poco probable que los controles generales de salud tengan efectos beneficiosos”.
  • La revisión sistemática y meta analisis del BJGP Effectiveness of general practice-based health checks: a systematic review and meta-analysis concluye que los controles de salud basados en la práctica general se asocian con mejoras estadísticamente significativas, aunque clínicamente pequeñas, en el control de resultados intermedios, especialmente en pacientes de alto riesgo. La mayoría de los estudios no fueron diseñados originalmente para evaluar la mortalidad.
  • En 2013, como parte de la campaña ChooseWisely, la Sociedad Americana de Medicina Interna General recomendó que no se realizaran exámenes preventivos anuales en pacientes asintomáticos. Y también la semFYC en sus Recomendaciones NO HACER" (2ªparte) recomienda en 12. “No realizar chequeos (revisiones en salud) sistemáticos a personas asintomáticas”.


Nuestros pacientes pueden tener la idea de que si les detectan una enfermedad antes de que les dé síntomas quizás puedan curarla o reducir sus consecuencias. Y a veces es complicado comunicar que se trata de balances beneficio riesgo. El problema es que los pacientes se ven sometidos a mensajes sobre las bondades de los chequeos y hay una estrategia comercial de marketing privado para hacerlos. Muchos centros privados cuentan con "Unidades de chequeos médicos" y la mayoría de mutuas y clínicas ofrecen revisiones de salud, como se puede ver en el anuncio de un Hospital privado que anuncia: "chequeo preventivo básico, antes 820€ ahora 690€; chequeo preventivo avanzado antes 1.800€ ahora 1.520€". 
El debate sobre el papel de los chequeos medicos rutinarios se da entre clínicos, a favor como Toward Trusting Therapeutic Relationships — In Favor of the Annual Physical,  o en contra en  Improving Value in Health Care —Against the Annual Physical. Curiosamente las dos posturas llegan a conclusiones parecidas, los chequeos preventivos anuales deben transformarse en un espacio de diálogo entre médico y  paciente sobre qué actividades preventivas hay que aplicar, e iniciar una conversación sobre estilos de vida que determinan una parte muy importante de la salud, remarcando la importancia de implementar una estrategia oportunista para intervenir. 

"Chequeos médicos: cuáles hacerse y a qué edad": NO HAY QUE HACER. Hablemos sobre como puede prevenir enfermedades y mejorar su salud.

Paco Camarelles